Pirineos es el objetivo primaveral o estival de muchos que frecuentamos montañas más bajas durante el resto del año. Este abecedario práctico de recomendaciones despejará algunas dudas y ayudará a conocer ciertas peculiaridades de este importante macizo fronterizo.
Acampar: de forma general está prohibido acampar excepto en lugares habilitados específicamente. Hay zonas especialmente restrictivas (como en Aigües Tortes que no se puede ni vivaquear sin tienda), con normativas sorprendentes (en el aparcamiento de Torla dormir dentro de una furgoneta se considera acampada) o más amables (si está lloviendo puedes permanecer hasta las 9 de la mañana en el Parque de los Pirineos Atlánticos en Francia).
Beber: conviene potabilizar todo el agua que encuentres en arroyos e incluso fuentes si están próximas a un refugio, sobre todo si hay ganado o mucha presencia humana.
Cartelería: encontrarás senderos y accesos a refugios muy señalados, y otros con apenas unos hitos. Lleva siempre un buen plano de papel, no en el móvil. Desde hace 5 años existe cartografía especial de papel en 3D de las zonas francesas, conocidas como carte-guide (Mapa-guía) que permiten comprender rápidamente dónde nos encontramos y hacia dónde vamos.
Chubasquero: es la prenda más importante para desenvolverse en unas condiciones tan cambiantes como el verano pirenaico. Impermeable, cortaviento y algo térmico; cuanto más fino más rápido secará y menos riesgo correrá de quedarse en el maletero del coche.
Dos miles: son una magnífica alternativa a los concurridos y fatigosos picos de tres mil metros. Cita obligada antes de subir un Aneto o un Posets, hay centenares de dos miles maravillosos y muy poco visitados. Échales un vistazo en las guías de papel, no sólo en Internet.
Frío: la mayoría de los ciudadanos solemos realizar nuestras actividades en montañas con menos diferencias térmicas. En Pirineos puedes estar a 3.000 metros casi a 30 grados algunos mediodías de agosto y encontrarte a -5ºC por la noche. Precaución y ropa extra de abrigo, en forma de varias prendas finas superponibles.
Gorra: imprescindible para evitar golpes de calor o favorecer la aparición de un melanoma bajo el cuero cabelludo con los años de sobre exposición.
Luz: en julio y agosto contarás con 15 horas de luz para realizar tus actividades más largas, pero piensa que los días de mal tiempo, habituales casi durante un tercio de los días en Pirineos, tendrás mucha menos visibilidad.
Madrugar: levantarse muy pronto evita llegadas a oscuras a refugios, cimas o vueltas al aparcamiento agotadoras (sin parar al atardecer porque no llevemos ni una triste frontal). Calcula horarios reales de un 50 a un cien por 100 más extensos que los indicados en las guías de excursionismo o escaladas.
Neveros: Pirineos es el macizo con más neveros estivales de toda la península. Algunos los podrás rodear si no son muy grandes, pero otros –sobre todo en brechas- pueden requerirte saber usar (y llevar lógicamente) piolets y crampones. La formación técnica para desenvolverse en estas situaciones es mucho más importante que la calidad del material que usemos o nuestra condición física.
Tormentas: en verano Pirineos concentra mayor número de tormentas que todas las demás montañas españolas juntas. Variable según los años, no es difícil encontrar de 20 a 35 días con tormentas durante los veranos más cálidos. Muchas se desarrollan entre las 15 y las 16 h, por lo que en las cimas más altas no debería estar más tarde de las 13 h. Piensa que también pueden convertir en muy peligrosos los tranquilos arroyos que cruzas a primeras horas (ya ha habido recientemente muertos por esta causa). Ojo los barranquistas.
Precios: en las zonas más turísticas ni dudes que los precios de alojamiento, alimentación o restauración pueden ser disparatados o abusivos. En cambio en la contratación de servicios (como guías de montaña o barrancos) y locomoción (taxis en pistas permitidas hacia refugios) los precios acostumbran a mostrarse razonables, por la gran competencia.
Refugios: dormir en los más visitados, como en las zonas de Ordesa, Aigües Tortes y Gavarnie, pueden requerir reservas con bastantes semanas de antelación, no lo dejes para un par de días antes.
Valles: cambiar de valle buscando el buen tiempo puede resultarte mucho más complicado de lo que crees. Por lo general los valles aragoneses son más cálidos, los catalanes algo más fríos y los franceses y navarros más húmedos, aunque eso sí: todos con mucho encanto. Recuerda que por lo general las carreteras son mucho más sinuosas y lentas que en el resto de España (si exceptuamos Picos de Europa).
Walkies talkies: muchas zonas de alta montaña del Pirineo no tienen cobertura suficiente para realizar una llamada con el teléfono móvil a alguien de un grupo disgregado o incluso fallar para telefonear al 112 en caso de emergencia. No está de más llevar walkies de uso libre (la mayoría con un alcance real de 1 a 5 km) ni tampoco sobra incluir en el grupo un móvil analógico antiguo (las baterías duran mucho más aunque haga frío y suelen tener mayor potencia de salida).