Cómo preparar una observación de estrellas

Para los que disfrutan del mejor hotel del mundo: la naturaleza.

Redacción Oxígeno

Cómo preparar una observación de estrellas
Cómo preparar una observación de estrellas

Antes de lanzarse a la observación astronómica, en esas noches de primavera y verano que tanto nos gusta disfrutar bajo el manto de las estrellas, es recomendable hacer una serie de preparativos para que resulte una buena experiencia y no llevarnos chascos. Aquí tienes algunos consejos útiles:

1. Consulta minuciosamente la predicción meteorológica, ya que si la probabilidad de nubes es alta tendrás que aplazar la observación.

2. Planifica tu horario conociendo la hora del ocaso del sol para ese día. Ten en cuenta que habrás de esperar una media hora más para empezar a ver astros. Si vas a observar la luna consulta también su hora de salida o puesta.

3. Determina con antelación los objetivos. Al principio bastará con reconocer tres o cuatro constelaciones y algún planeta. Consulta su posición para ese día en Internet o en alguna guía e intenta “cazarlos”.

4. Una linterna es necesaria pero para no deslumbrar nuestras pupilas hay que utilizar luz roja. Algunas linternas la llevan incorporada, si no, cúbrela con papel celofán rojo.

5. Si vas a utilizar una aplicación de Smartphone configura la pantalla de la aplicación en modo nocturno.

6. Es recomendable anotar en la propia guía o en un cuaderno de campo los hallazgos realizados, o la posición de algunos objetos que nos hayan llamado la atención, para identificarlos luego tranquilamente en una guía.

7. Coloca fundas de plástico para las hojas que lleves al campo porque la humedad de la noche afecta mucho al papel.

8. Recuerda que el cielo se “mueve” durante la noche a razón de 15 grados cada hora, por lo que algunas constelaciones de tu interés pueden ocultarse en poco tiempo.

9. Lleva siempre comida y bebida caliente si es posible. El cuerpo se queda frío después de un rato de observación.

Elegir el lugar de observación
Una buena parte del éxito de la observación depende del lugar elegido. Tanto si es en la montaña como en un sitio llano han de tenerse en cuanta unos factores básicos para no echarlo todo a perder cuando llegue la noche.

Por supuesto evita las afueras de las ciudades o pueblos. La contaminación lumínica de las farolas te impedirá ver la mayoría de las estrellas.

Evita también, en la medida de lo posible, la luz directa de casas, coches o urbanizaciones, aunque estén lejos. Puedes utilizar como pantalla árboles o rocas para que no nos deslumbren.

No necesitamos el horizonte totalmente despejado de obstáculos para observar. El fondo de un valle o un claro en el bosque también son lugares perfectos.

Las zonas altas de montaña o atalayas de observación naturales suelen estar venteadas, lo que puede hacer de la observación una experiencia dura, sobre todo en invierno.

Si no vas a vivaquear en el lugar de la observación tendrás que tener en cuenta el camino de vuelta, y prever sus dificultades al tener que hacerlo de noche.

Y ¡vigila las mochilas! A algunos animalillos les encanta hacerse con la comida de los astrónomos.

Con los niños
El cielo nocturno es un estimulante de la imaginación. En la primera noche les encantará formar constelaciones buscando sus propias formas. Se divertirán y a la vez se les quedará grabada la posición de los astros. Un ejercicio divertido consiste en buscar la Vía Láctea, cazar algún planeta y seguir el brillo de un satélite artificial. También podemos Jugar con ellos a adivinar la edad de las estrellas por su color. Las azuladas son las más jóvenes, las blancas son de mediana edad, y las anaranjadas las más viejas.