Una acampada en otoño o invierno en solitario suele ser menos divertida de lo que suena. Largas horas de oscuridad y mucho tiempo dentro de la tienda, con el riesgo del frío y el capricho de la meteorología, hacen que tener compañía sea un placer deseable. Lamentablemente es mucha la gente que cuelga sus botas durante las estaciones frías. Aquí tienes algunos consejos para convencerles de volver a la acción.
Pregúntale a tu amigo loco
Todos tenemos algún amigo para el que los planes salvajes son siempre la primera opción. Esta es la forma más sencilla de lograr compañía. Usa frases del tipo “No has experimentado (insertar nombre del sitio) si no lo has hecho en invierno”. El muy clásico “no hay huevos” también suele llevarles al huerto.
Pregunta a tu amigo que va al gimnasio
Conocemos uno o varios de estos tipos. Básicamente la mejor opción es comentarles de soslayo que no hay nada que tonifique más todo el cuerpo que caminar por la nieve. Claro que luego debes permitirle salirse de la huella siempre que quiera.
Pregunta a tu amigo tímido
Ese colega rarete. Sabéis quién os digo. El que no habla mucho. ¿Pues sabes que otra cosa no hará mucho? Quejarse.
Apela al bolsillo
Macho que tienes todo el equipo de invierno en el armario. Deberías usarlo o habrás pagado una pasta para nada. ¡Boom!
O apela al consumismo
¡Qué oportunidad tan única de comprar equipo nuevo y salir a probarlo!
Usa tus habilidades
No, no esas que crees que tienes como persona de un encanto arrebatador. Nos referimos a las que sacas a relucir en la montaña. Derretir nieve para hacer un té caliente, tu receta especial de pasta para la cena… Demuéstrales que sabes lo que haces con una acampada confortable a la luz de los neveros.
Dale un lavado de cara a la actividad
¿Derretir nieve? Es divertidísimo. ¿Cavar un foso alrededor de la tienda o protegerla con un muro de nieve? Hay que customizar tu campamento para molar… Pues eso.
Juega con la novedad
Todas esas ascensiones o rutas que se llenan de gente en primavera y verano suelen estar vacías en invierno. ¿No hay ganas de disfrutar de nuevas posibilidades en viejos lugares?