¿Hay que tirar a la basura cuando algún componente de nuestro equipo está deteriorado? La mayoría de las veces no. Nosotros, casi siempre, somos muy de reparar, en vez de aumentar el número de productos que arrojamos a la basura. El consumo racional no se basa sólo en cómo y qué compramos, sino también en qué podemos hacer para darle una segunda oportunidad a un producto dañado.
DOS VÍAS
1. Autorreparación o hazlo tú mismo: habitualmente son reparaciones que realizarás in situ para solventar un problema puntual y poder terminar la actividad; al llegar a casa es recomendable iniciar una reparación más cuidadosa, ya sea con materiales más especializados o contratar a un profesional si el producto lo requiere. Algunos ejemplos serían una chaqueta de pluma desgarrada, una varilla de tienda de campaña rota o la suela de tus pies de gato para escalar con la puntera despegada.
2. Pagar un servicio profesional: tendrás que llevar tú mismo el producto deteriorado a un taller especializado o hacerlo llegar mediante un servicio de mensajería. Es importante que lo entregas en buen estado higiénico (limpio y sin malos olores).
PRINCIPALES TIPOS DE REPARACIÓN
- Sustitución de suelas desgastadas de calzada de montaña y escalada: es el servicio más solicitado y en España supera la decena de miles de pares. En general las suelas de botas y zapatillas de montaña pueden sustituirse por cantidades modestas: de 35 a 60 euros/par en función de la calidad de la suela y la tarifa profesional del zapatero especializado. En el caso de los pies de gato puede oscilar entre los 30 y los 45 euros para el cambio de media suela –se sustituye solo la mitad de la suela que llega hasta la puntera- y unos 10 euros el arreglo de puntera o cambio de velcros. La calidad de la reparación y su duración es muy variable, pues existen profesionales de toda índole: experimentados, poco cuidadosos, minuciosos, poco especializados, etcétera.
- Reparación de textil: ya sea con parches autoadhesivos para “apañar” enganchones o desgarros (desde un simple trozo de celo a parches autoadhesivos específicos) o arreglos profesionales en un taller, por ejemplo el termosellado de las costuras de una tienda de campaña, cambio de cremallera en una chaqueta, refuerzos en codos de un forro polar o en las rodillas de un pantalón, cosido de los dedos de un guante, etcétera. Los precios varían enormemente, desde los 10-15 euros de un parche autoadhesivo de 7x 50 centímetros o un sellador de costuras hasta los 30 a 60 euros de sustitución de una cremallera larga.
- Lavado profesional: en realidad no es una reparación convencional, sino una forma de hacer revivir un saco de plumas que sin tener mucho uso ha perdido su capacidad de inflado (y por tanto su termicidad original). Si bien la opción más económica pasa por una lavandería especializada (en torno a 30-35 euros) se dan casos de resultado pobre o incluso de dañado del relleno. Mi consejo es que si tienes un saco “potente”, por encima de los 250-300 euros acudas a un taller de montaña especializado ¡hay muy pocos, pero el resultado suele ser espectacular! Y calcula de 80 a 90 euros por ese lavado “restaurador”. Acostumbran a ser los mismos talleres que pueden añadir pluma a tu viejo saco, por precios que oscilan entre los 50 y los 100 euros en función de la cantidad, calidad y complejidad del tabicaje del producto ¡por desgracia en España hay muy pocas empresas dedicadas a la reparación y lavado de productos de montaña!
MÁS INFORMACIÓN RELEVANTE
- A las 4 R incluidas en el conjunto de medidas ambientales que apoyan el uso responsable de los recursos y la disminución de residuos podemos incluir una quinta R, que precisamente sería la que tratamos en este artículo: reparar. Estas cinco R serían reducir, reutilizar, reciclar, recuperar y reparar. Precisamente durante el COVID aumentó espectacularmente la reparación de objetos deteriorados como forma de entretenimiento y de ahorrar. También es una buena forma de seguir disfrutando de ese producto ya añejo que te ha dado tan buen resultado y que quizá ya no existe en el mercado o de alargar la vida de tu nuevo material, si aún usas tu equipo más antiguo pero reparado para actividades poco exigentes.

- De manera general son los establecimientos dedicados a la supervivencia los mejores sitios para encontrar todo tipo de parches reparadores (de diferentes colores o transparentes) y las ferreterías tradicionales el comercio idóneo para localizar adhesivos específicos, que bien pueden ser rígidos pero instantáneos para reparaciones minimalistas semirrígidas in situ –cianocrilato para la montura partida de unas gafas o ligero despegado de la puntera de un pie de gato- o pegamentos más complejos para por ejemplo reparaciones de calzado de senderismo.
- No todos los artículos de seguridad son reparables, por ejemplo dentro del material de escalada un taller homologado puede coserte una cinta a un viejo friend o cambiar sus tiradores, pero evita “repegar” partes de un casco o quitar con unas tijeras la “pelusa” –en realidad fibras cortadas- de una cuerda deteriorada ¡va tu vida en ello!