Material hiperligero: pros y contras en 7 productos

El mercado del material hiperligero de montaña mueve mucho dinero… ¡y también información no necesariamente fiable! Te contamos sus luces y sombras para que saques tus conclusiones

Tino Núñez

Material hiperligero
Material hiperligero

El mercado del material hiperligero de montaña mueve mucho dinero en todo el mundo… ¡y también bastante información no necesariamente fiable! Te contamos sus luces y sombras para que saques tus propias conclusiones.

 

Zapatillas de trekking y senderismo 
  • Lo bueno: en recorridos largos te cansas menos, pues el ahorro de 300 a 500 gramos/par  respecto al calzado convencional se nota en los pies. Pisada más natural y flexible en terrenos irregulares. Mejor sensibilidad respecto al terreno. Rápido secado.
  • Lo malo: duran entre la mitad y la tercera parte. A igualdad de calidad, precio superior al calzado convencional (de un 20 a 40% más). Una parte nada desdeñable incluyen suelas de taqueado poco marcado y/o goma poco adherente en terreno mojado.

 

Botellas flexibles de agua
  • Lo bueno: volumen y peso mínimos. Muy adaptables a cualquier hueco de la mochila. Una vez consumida el agua, pueden enrollarse o doblarse.
  • Lo malo: las de polietileno multicapas amarillean, se vuelven rígidas y se deslaminan perdiendo estanquidad. Las de poliuretano ceden sabor al agua, especialmente cuando hace calor.

 

Tiendas de campaña de un kilo 
  • Lo bueno: pesan y abultan tan poco que te animarás a llevarlas más a menudo, lo que supone una excelente garantía de protección frente a los cambios inesperados de tiempo. Secan muy rápido.
  • Lo malo: su suelo, doble techo y termosellados resultan delicados. Envejecimiento rápido si se dejan montadas al sol por el día. Los modelos de buena calidad y que sean espaciosos resultan muy caros: alrededor de 500 a 600 euros si es para 2 plazas.

 

Colchonetas inflables
  • Lo bueno: más ligeras que las autoinflables y más cómodas que las tradicionales de espuma. Abultan poco plegadas en el interior de la mochila.
  • Lo malo: los modelos de calidad y con celdillas individualizadas para mejorar la estabilidad cuestan de 100 euros en adelante. Difícilmente superan los 5 años de uso. Tendencia a que deslice el saco si el suelo no es bastante horizontal.
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Colchonetas inflables
  • Lo bueno: más ligeras que las autoinflables y más cómodas que las tradicionales de espuma. Abultan poco plegadas en el interior de la mochila.
  • Lo malo: los modelos de calidad y con celdillas individualizadas para mejorar la estabilidad cuestan de 100 euros en adelante. Difícilmente superan los 5 años de uso. Tendencia a que deslice el saco si el suelo no es bastante horizontal.
 
Cascos sin carcasa dura 
  • Lo bueno: al ser entre un 30·y un 100% más ligeros que los populares casi ni notarás que lo llevas, lo que te anima a utilizarlo en más ocasiones o durante más horas seguidas. Evitas fatiga en el cuello.
  • Lo malo: pese a que su homologación/certificación es la misma que en cascos más fuertes, su resistencia ante una caída o impacto de roca es inferior. Longevidad menor  que la de  los cascos con carcasa, su poliestireno o polipropileno sufre bastante más ante cualquier golpe/ arañazo y tiende a agrietarse con los años. Transporte en exterior de mochila desaconsejado.

 

Crampones de aluminio
  • Lo bueno: al pesar la mitad que unos crampones de acero, es más llevadero incluirlos en la mochila o caminar con ellos.
  • Lo malo: sirven sólo para nieve dura, pueden partirse en el hielo, en usos muy prolongados  o cuando el crampón esté bastante usado (rotura por fatiga). Las puntas se desafilan con relativa facilidad.

 

 

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