¿Quién no desea que su nueva mochila sea la mejor posible a un precio razonable? ¡Fíjate con nosotros en los detalles importantes antes de pasar por caja!
Cientos de miles de mochilas se venden cada año en España, para actividades en la naturaleza y a menudo reutilizarse en uso urbano. Su utilidad nadie la cuestiona ¿pero sabemos qué aspectos son claves?
LA CAPACIDAD QUE TE CONVIENE
La tendencia en estos últimos años es a comprar mochilas cada vez más pequeñas. Por lo general hemos acortado la duración de nuestras actividades (se sale muchas más veces para un solo día que para objetivos con pernocta en montaña), hay quien entiende inteligentemente que cuanto más grande sea la mochila mayor resultará el número de objetos superfluos cargados y también que si se limita el tamaño disminuye el “castigo” infligido a nuestras rodillas.
El uso actual agrupa las mochilas en tres capacidades o volúmenes principales: de 10 a 25 litros (para actividades de media jornada o senderismo ligero de un día), de 30 a 35 litros (polivalente para salidas de un día a día y medio ) y de 40 a 50 litros en objetivos de varias jornadas seguidas, con material de pernocta incluido. ¿Un consejo sencillo de seguir? Si eres minimalista y sólo quieres tener una mochila, opta por una de 30 o 35 litros.
TRES ASPECTOS CLAVES
1. Que se te ajuste bien ¡lógico, no? Pues para ello tiene que ser de tu talla y eso conlleva una longitud de espalda concreta, lo que a menudo equivale a 40 centímetros verticales para personas de 1,60/1,65 m, 45 centímetros para 1,70/1,75 m y 50 centímetros si mides alrededor de 1,80 m. Los modelos de espalda regulable son una buena solución si la van a usar personas diferentes, pero pesan algo más en vacío. Asegúrate de que una vez cerrado el cinturón lumbar las hombreras contactan totalmente con tus hombros, no se levantan uno o dos dedos. La distancia entre las hombreras debe ser tal que no las junten demasiado a tu cuello –se te clavarán- y que no las separen tanto que las hombreras se te resbalen hacia afuera.
2. La densidad de las hombreras. Las blandas, que puedes estrujar fácilmente con la mano, pierden rápidamente espesor en apenas 1 o 2 años de uso continuado (especialmente la hombrera derecha si eres diestro/a). Las que incluyen espuma muy densa en su acolchado tienden a clavarse en los bordes y con los años a rajar el tejido. Las de densidad intermedia y siempre que sean de buena calidad mantendrán su espesor, confortabilidad y resistencia interior a la tracción durante años.
3. Espesor del tejido. Casi todas las mochilas ligeras o ultraligeras han sido confeccionadas con tejidos demasiado finos, entre 100 y 200 deniers. A mayor número de deniers y siempre que ese tejido de poliamida o de poliéster sea de buena calidad, resistirá mejor la abrasión, el desgarro y el corte. Las poliamidas de alta tenacidad tipo Cordura, un nailon modificado molecularmente mediante un proceso de calor controlado, de 400 o más denier están entre las que mejor resultado dan en cuanto a longevidad y resistencia duradera a la tracción.
DÓNDE COMPRARLAS
Si compras una mochila pequeña, es decir de 10 a 20 litros y que muy raramente cargarás con más de 5 kilogramos, la compra a una tienda on line sin poder probar su ajuste no suele suponer un problema. Para mochilas de tamaño medio y superior lo mejor es su adquisición en una tienda física, donde puedes verificar su comodidad y ajuste con un lastre interior, y recibir asesoramiento de calidad cuando quien vende está adecuadamente formado.
La compra en hipermercados del deporte permite probarse con mayor libertad un gran número de modelos, suele conllevar precios muy ventajosos para quienes sólo buscan un producto para uso ocasional o actividades “tranquilas” y representan una opción desestresante para quienes han vivido experiencias negativas con reclamaciones on line o tiendas físicas.
