De casta le viene al galgo. Simon Messner, hijo del legendario alpinista, se ha pasado un verano de aventuras épicas en el Karakorum. En busca de la soledad, del autoconocimiento, de montañas remotas e inexploradas. Simon, junto a Martin Sieberer, coronaba el Black Tooth, un colmillo de 6.718 metros, en cuya cima nadie antes había puesto un pie.
La inauguración de esta montaña se suma a la del Geshot Peak (también llamado Toshe III), cumbre antes inmaculada que escalaba a finales de junio. Dos montañas virgenes en su primera expedición del Karakorum. Ascensiones ligeras y exploratorias que marcan las preferencias de Simon Messner: alpinismo vanguardista con aroma a clásico.
El Black Tooth lo ascendían el pasado 26 de junio y resultaba toda una experiencia. Con nevadas constantes y pésima visibilidad, la cordada dejó su tienda en el campo base en busca de ligereza, decidiendo ascender y descender en la misma jornada, a ritmo de meteoros, evitando así quedarse atrapados por la mala meteo. "¡Fue una gran aventura"!, exclamaba Messner en sus redes sociales.