En parapente desde el Broad Peak

Max Berger salta desde 7.100 metros en el Broad Peak y pone ahora rumbo al K2

Max Berger tras saltar del C3 del Broad Peak, con el K2 de fondo. Foto: Juan Carlos San Sotero
Max Berger tras saltar del C3 del Broad Peak, con el K2 de fondo. Foto: Juan Carlos San Sotero

El pasado 5 de julio, Max Berger dejaba su tienda en el Campo 3 del Broad Peak, a 7.100 metros, observaba el horizonte y daba pábulo al viejo sueño de volar. El austriaco desplegaba su parapente sobre Concordia y filmaba una de las experiencias más inspiradoras de su vida.

El día antes, Max había hecho cima en el Broad Peak (8.047 m) sin el uso de oxígeno embotellado y solo dos semanas después de llegar al Karakorum. No conforme con firmar la primera cima sin oxígeno de la temporada en el Broad, el alpinista de 50 años desplegaba su vela de 990 gramos y en menos de 30 minutos descendía desde el C3 al Campo Base; un trayecto que para la mayoría suele llevar dos jornadas.

Esta es solo la primera fase de su proyecto Climb to Fly, y ahora llevará sus ambiciones al K2. Se medirá a la "Montaña Salvaje" a través del Espolón de los Abruzzos para intentar un nuevo salto, auque para ello las condiciones en los cielos del Karakorum deberán ser absolutamente perfectas. Descender 3.500 metros verticales en media hora no se hace todos los días. De hecho, nadie lo ha logrado antes en el K2...

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