La corriente en el Himalaya esta cambiando. El despertar en las grandes montañas del Himalaya de alpinistas habituados a ascensiones ligeras y rápidas en cordilleras más modestas está alcanzando su cenit esta temporada primaveral. Primero era Kilian Jornet el que nos dejaba boquiabiertos con su doble ascensión al Everest, y ahora esta cordada formada por Hervé Barmasse y David Goettler ha hecho lo propio en el Shisha Pangma (8.027 m). En su primer intento el dúo sólo necesitó de 13 horas para negociar los 2.200 metros de desnivel donde se forman las dificultades de la vertiente sur del Shisha, la decimocuarta montaña más alta del planeta. Y lo han hecho siguiendo el estilo puro de sus actividades en cumbres como las de los Alpes: en estilo alpino, sin necesidad de instalar campos de altura ni cuerdas fijas.
Barmasse y Goettler no pudieron aprovechar mejor la mínima ventana de buen tiempo que se les abría en la montaña. Disponían de 24 horas para el ataque a cumbre desde los 5.850 metros desde donde partían. "El mejor momento", explica Barmasse, "fue cuando estábamos llegando a la cumbre, miramos nuestros relojes y nos dimos cuenta de los realmente rápido que habíamos escalado. No es una cuestión de buscar un récord si no de evaluar nuestra habilidad para dar lo mejor de nosotros mismos, de nuestras capacidades físicas y mentales. Es fácil hablar de estilo alpino en el Himalaya, pero llevarlo a cabo es una cosa muy distina: es un reto extraordinario. Para ser mi primera experiencia en un ochomil el poder hacer montaña con esta pureza realmente es muy significativo para mí".
Una ascensión ejemplar de la cordada, cuando todavía el 99% de alpinistas en el Himalaya siguen las rutas normales, utilizan oxígeno suplementario y siguen las cuerdas fijadas por los sherpas de altura. Todo el material que portaron para la ascensión fue una tienda y un saco de dormir por si sucedía una emergencia, un hornillo con 500 gramos de gas, 4 geles energétios y 4 barras, 5 tes de hierbas y 25 metros de cuerda. Escalaron completamente solos, sin ninguna posibilidad de recibir ayuda en caso de accidente. "Tras esta ascensión había un enorme deseo de volver a casa tras mis dos lesiones recientes, y también el deseo de probar a mi mismo que puedo levantarme y asumir que nada es imposible".