GoPro, la conocida marca de cámaras subjetivas de aventura, tiene un programa llamado GoPro for a Cause (GoPro por una causa) que busca y patrocina documentales que cuenten historias asombrosas sobre la protección del Planeta y todos sus habitantes. Y una de esas historias sorprendentes que han encontrado últimamente ha sido la de Ocean Souls, que protagonizan ballenas y delfines, en concreto, la mayor diversidad de estos cetáceos jamás vista en una película.
Ocens Souls se dedica a compartir y divulgar para todo el mundo conocimientos científicos acerca del mundo marino y sobre todo de la familia de cetáceos, su filosofía es que la "mejor forma posible de proteger es a través del conocimiento y el amor. "Es dificil preocuparse por proteger algo si no lo conocemos, y es difñicil de querer y amar si no lo conocemos. Por eso queríamos que los espectadores de este documental se enamoraran de la familia de cetáceos, sólo eso puede asegurar su futuro", en palabras de los responsables de la organización.
Los cetáceos no son tan diferentes a nosotros como pensamos. Al contrario, en términos de habilidades cognitivas y lazos familiares, son posiblemente nuestros parientes más cercanos. En la película se habla de familia, madres, tías, bebés, adolescentes, mejores amigos, equipos... "La película pretende ser global, inclusiva y llegar a todas las fronteras, por eso nos basamos en el concepto de familia, algo con lo que todos los seres humanos del mundo pueden identificarse". Los cetáceos experimentan emociones, comparten un lenguaje compartido, se organizan socialmente y son muy inteligentes. Pero el impacto humano en el medio ambiente amenaza su existencia.
Rodar una película sobre el mundo animal y más en un océano es una empresa complicada, que conlleva grandes esfuerzos técnicos y económicos, rara vez se recupera la inversión inicial. Además, una película específica de cetáceos que tienen tanta diversidad, desde el Ártico hasta la Antártida, llevaría años de rodaje. En Ocean Souls se dieron cuenta de que no podían pagar esa factura potencialmente “ilimitada”, y que lo más importante era unir a la comunidad de los océanos en torno a un proyecto común: que colaboraran en la producción rodando en GoPro para luego montar la película final. Tras contactar a toda la comunidad, más de 90 cineastas se presentaron de forma altruista a colaborar en el proyecto, seguidos de científicos y celebridades.El proyecto no tiene fines de lucro y ha sido financiado a través de WildLife Media, una organización benéfica registrada en Estados Unidos. Cualquier ingreso derivado de esta película se destinará a ayudar a varias ONG, exploradores y científicos que protegen los océanos, en particular, a los cetáceos.
Más información en oceansoulsfilms.com
Aquí podéis disfrutar de momento de un extracto del documental que en noviembre 2020 se podrá ver al completo de forma gratuita: