El hecho de que nunca se haya conquistado un ochomil en el invierno del Karakorum nos da una medida de la complejidad de esta cordillera tornadiza e inestable, severa a más no poder, que ha rechazado temporada tras temporada a algunos de los representantes más recios del himalayismo de dificultad: veáse Simone Moro en el Broad Peak o Denis Urubko en el K2
Y precisamente ellos, Moro y Urubko, volverán a formar cordada para darle un tiento al Gasherbrum II y, si este se deja, hacerse con la primera ascensión en la estación fría. La intenciones invernales en el grupo de los Gasherbrums no acaban aquí: en el campo base del GI (8.068 m) se instalará un equipo internacional, que contará con los españoles Alex Txikón y Roberto Gorri Rojo, que además añadirán al compromiso propio de la meteo la incertidumbre de tratar de establecer una nueva ruta.
Cabe decir que, a pesar de enfrentarse a fuerzas irreprochables, puede (solo puede) que esta temporada asistamos a la introducción de un nuevo párrafo en la historia del alpinismo, pues Urubko y Moro no son precisamente novicios ni en los ochomiles, ni en invierno, ni en hacer historia: ya en 2009, la cordada firmaba la primera invernal del Makalu, cuatro años después de que Simone Mr.Winter Moro hiciera lo propio en el Shisha Pangma, siendo el único hombre vivo con dos ochomiles invernales en el zurrón y el segundo de todos los tiempos, tras el formidable Jerzy Kukuczka. Será una lucha abierta en el GII (8.035 m), sin tregua para ninguno de los contendientes de esta desinteresada batalla del hombre contra los elementos.
Cerca de Simone y Denis, otra disputa de similares proporciones se desarrollará en el primero de los Gasherbrums. La expedición liderada por el austriaco Gerfried Göschl, contará con los canadienses Louis Rousseau y Don Bowie y nuestros representantes nacionales Txikón y Gorri. Aunque sus nombres suenen más modestos en el panorama internacional, la potencia y arrojo de sus miembros están lejos de toda duda, sintiendo un servidor predilección por Alex Txicón, miembro de las últimas expediciones de Edurne Pasabán, donde ha acumulado experiencia y cimas, antes de lanzarse a por metas más personales.
En cuanto al estilo; prevalecerá la ligereza y el minimalismo, aunque eso es algo que más bien decidirán la montaña y los retozones dioses de la meteo
en invierno
en el Karakorum. Como dijo Armand Charlet, refiriéndose a la cara Norte de las Grandes Jorasses, esto no es alpinismo, ¡es la guerra!.
Karakorum invernal: ¡esto es la guerra!
El hecho de que nunca se haya conquistado un ochomil en el invierno del Karakorum nos da una medida de la complejidad de esta cordillera tornadiza e inestable, severa a más no poder, que ha rechazado temporada tras temporada a algunos de los representantes más recios del himalayismo de dificultad: veáse Simone Moro en el Broad Peak o Denis Urubko en el K2 Y precisamente ellos, Moro y Urubko, volverán a formar cordada para darle un tiento al Gasherbrum II y, si este se deja, hacerse con la primera ascensión en la estación fría. La intenciones invernales en el grupo de los Gasherbrums no acaban aquí: en el campo base del GI (8.068 m) se instalará un equipo internacional, que contará con los españoles Alex Txikón y Roberto Gorri Rojo, que además añadirán al compromiso propio de la meteo la incertidumbre de tratar de establec