Si vas, vete con todo.
Hay muchísimas maneras de alcanzar el éxito. Hay, por ejemplo, quienes sutilmente trazan su camino y minuciosamente van superando todos los obstáculos hasta cumplir sus objetivos, y hay quienes se convierten en un martillo pilón y arrasan con todo. Uno diría que la surfera Laura Coviella es del segundo tipo, y posiblemente estuviese en lo cierto. La tinerfeña comenzó su carrera en las olas bastante tarde comparada con el resto de competidoras a las que ha ido enfrentándose, y tuvo que superar la desconfianza de mucha gente del circuito antes de labrarse un nombre primero en las competiciones locales y luego en las internacionales. Con 18 años probaba su primera ola grande, una pasión que la ha llevado (y llevará) por todo el mundo en busca de esas emociones que sólo el océano puede ofrecer, y que en este caso Laura encuentra a través de una disciplina tan espectacular como arriesgada.
Ahora, a sus 24 años, y patrocinada por Red Bull, la canaria, puro talento, se posiciona como una de esas figuras cuyas aventuras nos acompañarán durante muchos años y a través de muchas fronteras.
Naciste en Tenerife, vives en Lanzarote... ¡pocos sitios mejores en el mundo para hacerte surfera!
Estoy pasando los inviernos en Lanzarote desde hacer un par de años, por el tema de las olas grandes, de buscar olas con mayor potencial. Además la gente que se dedicaba a ello en Tenerife se trasladó aquí ¡así que no me quedaba otra! Pero desde luego, estoy convencida de que es uno de los mejores lugares de Europa para estar. Como todos los lugares, tiene sus días... pero estoy más que segura de estar en el sitio adecuado.
Empezaste en el surf con unos doce años, relativamente tarde para luego iniciar una carrera competitiva... ¡pero te ha ido de miedo!
Tarde comparada con la gente que suelo competir, que vienen de familias surferas y están sobre una tabla desde los tres años y compitiendo desde los cinco. No era mi caso, descubrí una tabla de surf a los doce años y empecé a tomarmelo más en serio con quince. Que es súper tarde comparado con la gente que compito...

Y has llegado lejísimos, ahora más centrada en algo tan potente como las olas grandes. ¿Por qué escogiste esta modalidad, que además tiene mucho riesgo?
La verdad es que siempre he sido muy loca, siempre me ha encantado la adrenalina, siempre he sido muy deportista... Cuando veía a los demás hacerlo me moría de envidia, pero la verdad es que no sabía ni cómo empezar, ni tenía material. Yo pensaba "a ver, ¿de quién me tengo que hacer amiga para poder hacer olas grandes?" (se rie). Conocí a "Vilayta" (David Rodal), le di la tabarra durante días hasta que me llevó. Cogí la primera ola y ya sólo quería más. Le dije a "Vilayta": "¡oye, pero yo quiero olas más grandes!"...
¿De cuántos metros hablamos en aquella primera ola?
¡Uf! No sabría decirte... como siete u ocho cuerpos míos...
¡Y querías más!
Efectivamente. Ese mismo día "Vilayta" me dijo "¡pues prepárate!". Y me soltó en la ola más grande del día. Como era la primera vez, todo el mundo flipó. Yo no sabía ni lo que estaba cogiendo hasta que luego vi la foto. A partir de ahí empecé a participar en más "misiones".
¿Qué sientes antes de enfrentarte a una ola tan grande? ¡Miedo veo que no!
Sinceramente, antes no tenía nada de miedo. ¡Y eso me daba miedo! Iba muy loca a todo, y me costaba pensar en las cosecuencias. Con el paso de los años una ha visto muchas cosas por ahí, ha tenido sustos y ahora soy más consciente y más respetuosa. Aunque eso no me frena, claro. De momento no se dónde está mi límite, y seguro que es algo que quiero saber. Voy con todo.

¿Entrenas esa fuerza psicológica de alguna manera?
Hago bastante apnea, que me da mucha seguridad, te ayuda muchísimo psicológicamente. Cada vez trató de ser más selectiva a la hora de coger olas también. Con tanto viaje no he podido hacer un entreno constante, que es algo que da una seguridad brutal.
Tienes en mente Nazaret, una ola mítica...
Iba a intentarlo el pasado invierno, pero no fue una buena temporada y no llegaron los días buenos. Volveré a intentarlo este año y también tengo un evento programado con Red Bull allí para el año siguiente. Así que si no es este año, ¡caerá seguro el que viene!
¿Qué te dice tu gente cercana cuando les planteas un proyecto como ese?
Pues que estoy un poco loca, y la verdad es que sí lo estoy, no te voy a mentir. A mi madre, por ejemplo, le da un cortocircuito cada vez que le digo que me voy a hacer olas grandes. Ya se van acostumbrado. A la gente que me quiere no le gusta mucho, pero saben que soy feliz haciéndolo así que lo aceptan. A mi madre le encantaría que me hubiese gustado el tenis, pero.... Al final siempre han visto que he luchado mucho, han confiado en mí y me han apoyado.
Tu progresión es una pasada. Y ahora tienes un patrocinio muy potente como el de Red Bull...
La verdad es que ni me lo creía. Si me dices lo que estoy viviendo ahora hace diez años jamás te creería. Es vivir un sueño, un sueño que has tenido mucho tiempo.

¿Se está abriendo mucho camino para las mujeres en el surf?
Sí, sin duda. La cantidad de chicas está creciendo exponencialmente. En olas grandes es más complicado, pero es que hasta hace poco no había nadie, y ahora hay una gran comunidad. Las nuevas generaciones vienen pisando fuerte y seguro que esto va a seguir creciendo. ¡Ojalá algún día servir de inspiración para que vengan más mujeres al surf!
¿Y tienes esperanza en esas nuevas generaciones para proteger algo tan delicado como los océanos?
Veo futuro, pero también veo muchas cosas que cambiar. Por suerte, hay muchas marcas que también ponen su granito de arena, y veo mucha más concienciación a la hora de consumir, por ejemplo. Sobre todo falta que esa conciencia venga desde abajo y alcance esos puestos en los que se pueden cambiar las cosas.
Breath, el documental de Laura Coviella
Un documental sobre Laura Coviella, en el que se plasma la parte oscura de un deportista. Una surfista profesional a la que una lesión de tobillo deja fuera del agua casi medio año. Este documental cuenta como fue su vida durante estos meses, el proceso de recuperación, sus altibajos… Y como no, la preparación física y mental junto al aprendizaje de la apnea que la hizo volver más fuerte que antes. Filmado y editado por Mehdi Allam - Oceanic Motion.