Fallece Doug Scott, el primer británico en ascender al Everest, adalid de la esencia del alpinismo

Su estilo alpino y ligero, y su fuerza mental y física, le convirtieron en un alpinista irrepetible

Doug Scott
Doug Scott

Doug Scott, el primer británico en ascender al Everest en 1975, y el primer alpinista del mundo en lograr la cima por la ruta suroeste (junto a Dougal Haston) murió ayer 7 de diciembre a los 79 años después de un tumor cerebral que le diagnosticaron el pasado marzo.

Poseedor de un estilo único e irrepetible, valiente y enérgico, Doug Scott llevó la esencia del alpinismo puro y tradicional en sus ascensiones a más de 45 cumbres de Asia (excepto en el Everest), y desplegó en sus escaladas un estilo alpino y ligerom sin oxígeno adicional (con la única excepción del Everest). “Una fuerza de la naturaleza con un irónico sentido del humor”, así le describió su amigo Jim Duff, médico en aquella expedición británica al Everest de 1975. Esa inusual fuerza mental y física le hizo sobrevivir en dos ocasiones: en esa primera ascensión al Everest, al tener que hacer un vivac en el descenso de la cima donde permaneció sin saco de dormir ni tienda durante nueve horas en una cueva de nieve (no se había puesto el ono de expedición para subir porque le limitaba los movimientos), y en la más sorprendente y casi “milagrosa” ascensión junto a Chris Bonington de "El Ogro" - como se conoce al Baintha Brakk, en Pakistán- dos años después. Una accidentada y mítica ascensión que ya ha pasado a formar parte de las historia del alpinismo y la supervivencia,  Los dos alpinistas se vieron sorprendidos por una intensa tormenta en la pared, en una caída Doug se rompió las dos piernas, pero logró descender al campo base arrastrándose con las rodillas (podéis leer la historia en el artículo relacionado). Esa primera experiencia cerca de la muerte le llevó a un profundo descubrimiento persona y un acercamiento a lo espiritual, y empezó a estudiar budismo.

 

Doug Scott y el descenso a los infiernos
Doug Scott y el descenso a los infiernos

Scott entró en contacto con el alpinismo en 1955, en un campamento de boy scouts, cuando vio a unos escaladores maniobrando en una pared de roca. A partir de ahí empezó a escalar, una actividad en la que sobresalía y que le llevó a realizar dificiles escaladas en los Dolomitas, incluida la cara norte de la Cima Ovest, o la Troll Wall en Noruega. También viajó, cómo no, a Yosemite, consiguiendo el prmer ascenso europeo de la Salathé Wall con el austriaco Peter Habeler. En 1972 le invitaron al primer intento del Everest con la expedición de Chris Bonington, comenzando una colaboración con otro de los grandes alpinistas británicos de todos los tiempos, una cordada con la que escalaron el Changabang, en el Indian Himalaya antes del Everest y El Ogro.

"Doug Scott fue indudablemente excepcional y se une al rico panteón de pioneros del alpinismo de todo el mundo", ha dicho Sir Chris Bonington en declaraciones a la revista Rock and Ice. 

Ya enfermo, durante este confinamiento, Doug  hizo su última "ascensión": el corto tramo de escaleras de su casa de Cumbria como parte de la iniciativa “CAN’s Everest Challenge”, para recaudar dinero para la Community Action Nepal, la organización sin ánimo de lucro que fundó en 1989 para ayudar a la gente de Nepal que a su vez le había ayudado a él. En la foto que inmortaliza ese reto solidario se vistió con su mono azul que llevó en esa primera ascension al Everest y llevaba el piolet con el que realizó ese vivac que le salvó la vida.

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