Fue el pasado 15 de diciembre de 2020 cuando, tras tres años de investigaciones, el Cabildo catedralicio declaró oficialmente el Camino de Muros-Noia como Ruta Jacobea. Así ya tienes una nueva opción de conseguir la Compostela y con una gran diferencia: aquí el gran protagonista es el mar (que acompaña al peregrino casi en la mitad de su recorrido). El trazado recorre Muros, Outes, Noia, Porto do Son, Lousame, Rois, Brión, Ames y Santiago pasa a formar parte de forma definitiva de la Ruta Xacobea Oficial y cuenta con dos puntos de inicio: uno en el puerto de Muros y otro en el de Porto do Son. n el norte de la ría es en el puerto de Muros donde se inicia una experiencia que atravesará también el concello de Outes; en el sur es la Atalaya de Porto do Son el punto de partida. Ambos se juntan en Noia para cambiar de vertiente o para comenzar ya el acercamiento a Compostela, durante el cual recorren los concellos de Lousame, Rois, Brión y Ames.En este nuevo Camino el peregrino disfruta mientras camina del contorno litoral mejor conservado de las rías gallegas.
Un nuevo camino pero con origenes casi milenarios. Se dice que los guerreros de la Segunda Cruzada, en su viaje desde el norte de Europa hasta Tierra Santa, hicieron un alto en esta ria para peregrinar hasta Santiago a suplicar la intercesión del Apóstol. El nuevo tramo conforma un recorrido de 78,69 kilómetros entre Santiago y Muros, y salva un desnivel de 1.855 metros.
Peregrinos a bordo
Este nuevo Camino a Santiago abre una nueva opción de peregrinaje. El Camino Marítimo de la Ría de Muros Noia ofrece una forma diferente de ganar el Jubileo. Hay que tener en cuenta que sólo se reconcoe si navega a vela y se hacen como mínimo 90 millas naúticas. El último requisito es recorrer a pie, como mínimo, los últimos 10 Km, que en el caso del Camino de la Ría de Muros Noia son 12, pues se inicia en la Praza da Maía, en Bertamiráns.
El mar es el porqué, el por y el para, pero no se debe minusvalorar el recorrido que depara el trazado interior. Los concellos sin salida al mar entusiasman con su explosivo verdor, con fascinantes caminos empedrados, con bellísimos muros centenarios, con musgos y helechos, con recoletas iglesias, con puentes medievales, con arroyos y riachuelos.
