A 8.125 metros de altitud, la historia de Denis Urubko y María “Pipi” Cardell añade un nuevo capítulo a su excekebte trayectoria como cordada. El 10 de julio de 2025 coronaron el Nanga Parbat desde la vertiente Diamir, trazando una ruta inédita en estilo alpino, sin usar oxígeno suplementario ni cuerdas fijas. Han bautizado a esta nueva obra de arte como “Nezabudka” –“nomeolvides” en kazajo– homenaje íntimo a la pequeña flor azul que crece en el campo base y símbolo del amor y la perseverancia que los guía. Además, con esta aventura (pero de las de verdad), "Pipi" se convierte en la primera mujer en la historia que abre una ruta en estilo alpino y sin oxígeno en un ochomil.
Así lo relata la alpinista: «Una vía elegante y lógica. Técnica y de una dimensión que me ha llevado al límite físico y mental. Seis días en los que cada tarde nos ha descargado tormenta y nieve fresca, en los que hemos aguantado la caída de piedras, las avalanchas y el viento. Pero en los que ha sido posible triunfar gracias a un compañero único, Denis Urubko.
Ver la seguridad con la que escala en un terreno complicadísimo y a esa altura, ralla lo surrealista. Su intuición basada en la gran experiencia y en una atención que roza la obsesión es garantía de supervivencia. Y una fortaleza sobrenatural a 8000 metros que lo hacen único en ese mundo en el que mantenerse lúcido ya es un éxito.
No siento euforia por el logro, por el contrario siento al fin tranquilidad… todo el esfuerzo pasado encaja como piezas en un puzzle. Nuestro sueño personal se ha completado y es tiempo de observar la realidad. El resto llegará de la mano».

5 días en la Diamir
Partiendo del campo base tras aclimatación en Skardu y picos de hasta 6.000 m, trazaron una ruta nueva sobre terreno complejo: hielo, roca, glaciar, nieve fresca, caída de piedras y viento de hasta 90 km/h. En cinco jornadas hollaban la cumbre, justo a las 11:30 h locales de este 10 de julio. “Felices… en un momento perfecto y un trabajo en equipo sumamente armonioso”, según Denis Urubko.
Aunque algunos expertos ven paralelismos con la ruta Göschl de 2009, Urubko explica que su nueva vía se mantiene más a la derecha de la pared, cruzando la línea conocida a unos 6.600 m pero continuando por la cresta hasta la cumbre. Como Cardell detalla: “Para alguien que no esté familiarizado con el terreno, puede parecer la misma línea, pero la distancia entre las dos rutas es grande; cualquier otra cosa es especulación.”
Urubko, veterano de cumbres legendarias (), aporta experiencia y liderazgo. Cardell, rescatista de élite y primera mujer en abrir una vía alpina en un ochomil, aporta coraje, frescura y determinación.
En la vertiente Diamir, rodeados de tormentas que descargaban nieve todas las tardes, se jugaban la vida. Caminos expuestos, hielo inestable, avalanchas. Cada paso exigía sincronizar ritmo, técnica, instinto y confianza. Y allí, en la cima, se encontraron no solo con la inmensidad de la montaña, sino con el delicado logro de una conexión humana intensa: meta compartida, su nombre y su pacto elevados al viento helado del Nanga.

Un legado con nombre de flor
“Nezabudka” entra en la historia del himalayismo: primera vía alpina abierta por una mujer en un ochomil y nueva línea trazada por una pareja cuya vida entera ha estado dedicada al montañismo. Es una ascensión que respira romanticismo, técnica, rigor y emoción. En unas semanas, cuando desentrañen y confirmen cada detalle, este relato irá directo a las grandes fuentes de inspiración para la comunidad de montaña.