Hay una manera sana y ecológica de explorar los encantos de una tierra y es a través del turismo activo. Recorrer los senderos, a pie o en bicicleta, practicar montañismo o deportes de aventura nos conecta con la naturaleza y le sienta bien a nuestro cuerpo.
La Comunitat Valenciana lo tiene todo para disfrutar del turismo activo: relieves frente al mar, espesos bosques, parques naturales de una extraordinaria biodiversidad, altos cerros montañosos o humedales rodeados de cordones dunares. Y un clima para disfrutar de la naturaleza durante todo el año.
A PEDALES
Si te gusta recorrer el mundo en bicicleta, comprobarás que el compromiso de esta tierra con el cicloturismo es fuerte y se ha plasmado en un sinfín de rutas que nos permiten descubrir sus sorprendentes tesoros naturales. Las hay para todos los gustos: desde recorridos exigentes para ciclistas profesionales hasta experiencias más adaptadas al público familiar. Cada una de las tres provincias que integran la Comunitat Valenciana ofrece una diversidad de encantos únicos para los amantes del ciclismo. Castellón, caracterizada por su relieve montañoso, emerge como un auténtico paraíso para los entusiastas del Mountain Bike. Su orografía está marcada por valles y cerros que se despliegan desde el interior hasta la costa, brindando un escenario incomparable para la práctica de este deporte. Además, enriquece la experiencia con un vasto patrimonio cultural que se refleja en sus torres vigías centenarias, vestigios arqueológicos, ermitas fortificadas y construcciones de piedra en seco, las cuales son emblemáticas de la región.
La provincia de Valencia es el escenario ideal para recorrer apaciblemente el corazón de la huerta sobre dos ruedas. Pero ofrece muchas más experiencias, como descubrir la impresionante Albufera, perderse en el casco antiguo de la ciudad de Valencia o adentrarse pedaleando en el Valle de Cofrentes.
Por último, la Costa Blanca alicantina es un referente internacional para la práctica del cicloturismo.
El ciclista encuentra en esta región alicantina la oportunidad de alternar sendas, montañas y playas de aguas cristalinas en un destino reconocido por su riqueza cultural. Y por supuesto rematar la experiencia dándose un homenaje gastronómico al más puro estilo mediterráneo.
POR AGUA
Pero no solo la bici, en la Comunitat Valenciana nos esperan multitud de experiencias relacionadas con el turismo activo.
Sus pendientes acusadas, sus extensos macizos, sus intrincados barrancos, sus sinuosos ríos y sus cuevas milenarias convierten el destino en un territorio perfecto para aventureros.
Los más atrevidos pueden optar por hacer barranquismo en sus ríos. En la provincia de Alicante se concentran la mayor parte de ríos que permiten esta actividad: Alcoy, Bolulla, Altea, Callosa, Millares, Vall d’Ebo y Abdet.
Si preferimos pasar un rato divertido en grupo y vivir fuertes emociones, el rafting es la mejor opción. El río Cabriel es el que tiene los tramos más largos, navegables y aptos para la práctica de actividades en aguas bravas. Y también el río Mijares, junto a Montanejos, en la provincia de Castellón. Si buscamos una experiencia fluvial más serena, podemos optar por practicar el Sup o kayak en aguas tranquilas en el Pantano de Benagéber, el embalse de escalona en Navarrés, el embalse de Sichar en Ribesalbes o el pantano de Vistabella.
CORONAR CIMAS
La Comunitat Valenciana dispone además de zonas montañosas perfectas para la práctica de escalada con sorprendentes paredes verticales en Alicante, en la zona de las Marinas, Guadalest, Sax, Aspe, Elda y Onil. Cabe destacar las zonas del Ponoig, el Puig Campana, la Sierra de Aitana, la Sierra de Bernia o el Cabeçó d’Or, donde existen increíbles puntos de escalada con vistas al Mediterráneo. Valencia y Castellón también ofrecen rincones únicos como las paredes del cañón del Turia a su paso por Chulilla, o las áreas de la Alcora y Montanejos.
La Comunitat Valenciana se alza como un destino referente para la práctica del mon- tañismo por la gran cantidad de cumbres emblemáticas de su territorio, como el pico de Aitana (1557m), el Penyagolosa (1815m) o el Cerro Calderón (1838m). Y el senderismo, que cada día tiene más adeptos, cuenta aquí con más de 5000 kilómetros de senderos homologados que atraviesan cordilleras y valles. Una oferta que abarca tanto los senderos de gran recorrido, que permiten realizar travesías de más de una jornada, como los de pequeño recorrido o locales.
Hay que tener en cuenta que existen más de cien empresas especializadas en turismo activo y otras tantas en cicloturismo ofreciendo sus servicios para que nuestra experiencia sea perfecta. Y por supuesto, tras una jornada de esfuerzo, qué mejor premio que disfrutar de la gastronomía mediterránea y dormir bajo un manto de estrellas, en un alojamiento rural con encanto. Cuidarse, disfrutar de la naturaleza y conocer y preservar el patrimonio natural y cultural al mismo tiempo es posible en la Comunitat Valenciana.
Más información: comunitatvalenciana.com
