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Isla de Tabarca: el paraíso mediterráneo que te gustará conocer

A 22 kilómetros de la costa alicantina, frente a Santa Pola, se encuentra este paraíso que muchos aún no han descubierto: la isla de Tabarca, la única isla habitada de la Comunitat Valenciana.

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Isla de Tabarca: el paraíso mediterráneo que te gustará conocer

Aunque su tamaño permite recorrerla en una hora de punta a punta, no nos tenemos que dejar engañar: se trata de uno de esos rincones en los que el adjetivo especial adquiere todo el sentido, por sus aguas cristalinas y su fondo marino protegidos, por sus pintorescas callejuelas llenas de encanto, por su historia y su gastronomía marinera. Todo ello envuelto en un ambiente tranquilo y puramente mediterráneo, de los que enamoran nada más conocerlo, y que hace que Tabarca sea un destino perfecto para una escapada inolvidable.

La isla cuenta con muchísimas opciones de planes para realizar durante su visita. Y lo mejor es que los viajeros se lo pueden tomar con calma.

Qué ver y visitar en Tabarca

La Isla de Tabarca es mucho más que mar. Lo primero que se ve al llegar es el pequeño pueblo de casitas blancas con contraventanas azules y la figura —imponente para el tamaño de la isla— de la iglesia de San Pedro y San Pablo, edificio neoclásico de inspiración barroca, construido entre 1769 y 1779, y que fue declarado Bien de Interés Cultural.

La historia de la isla cuenta que, para proteger a sus habitantes de los ataques piratas, se construyó una muralla defensiva que aún hoy rodea buena parte del núcleo urbano. Este Conjunto Histórico Artístico tiene su origen en el siglo XVIII y es uno de los mejor conservados de la provincia, lo cual se percibe en cada una de sus plazas y estrechas calles empedradas de aire marinero. Pasear por ellas y cruzar el umbral de sus puertas de piedra —la de San Rafael, la de San Gabriel y la de San Miguel— es como llegar a un lugar en el que parece haberse detenido el tiempo.

 

Para quienes prefieran explorar un poco más, el Faro de Tabarca, de 1854, situado en el extremo oriental de la isla, es muyrecomendable. Desde allí se tienen unas vistas impresionantes del mar, con la particularidad de que, al atardecer se puede contemplar una puesta de sol de película. Muy cerca de aquí se encuentra la Torre de San José, construcción militar levantada en 1862. Su finalidad fue guarnecer o abastecer a las tropas. Tanto la torre como el faro son dos puntos de referencia en la isla que los aficionados a la fotografía no pueden dejar de tener en cuenta. Así como la cueva del Llop Marí, una formación marina escondida entre los acantilados que se puede visitar en barca, y de la que se dice que, en tiempos pasados, fue refugio de focas monje.

El mar, las playas y las calas de Tabarca

Tabarca es un tesoro marino. Fue declarada la primera Reserva Marina de España en 1986. Con una extensión de 1.860 hectáreas, esta área protegida alberga una biodiversidad marina excepcional y desempeña un papel crucial en la conservación de especies y hábitats marinos. Los fondos marinos de Tabarca están cubiertos por extensas praderas de posidonia oceánica, endémica del Mediterráneo. En ellos nadan meros, doradas, sargos, lubinas, estrellas de mar, pulpos… incluso tortugas bobas.

Además, Tabarca es Zona de Especial Protección para las Aves, lo que la convierte en un lugar clave para la observación de especies de aves marinas como la gaviota de Audouin, el cormorán moñudo o el alcatraz común, que escogen la isla para nidificar y descansar durante las migraciones.

Toda esta riqueza natural hace de Tabarca un enclave privilegiado para practicar snorkel, buceo o simplemente aprovechar para nadar en sus aguas limpias y protegidas. Además, se pueden realizar paseos en kayak, paddle surf, o realizar excursiones en barco, y con toda la tranquilidad y seguridad de los planes propuestos por empresas experimentadas y a tan solo un clic en www.experienciascv.es.

  • Playa Central: es la más grande y accesible de la isla, situada junto al pequeño muelle portuario. De aguas impecables, es perfecta para nadar, tomar el sol o disfrutar en familia. Está equipada con servicios básicos y vigilancia en verano.
  • Cala del Francés: algo más escondida, destaca por su belleza natural. Pequeña, de rocas y aguas de tonos turquesa, es ideal para quienes buscan más intimidad y para los amantes del snorkel y el buceo.
  • Cala de la Guardia: es de difícil acceso. Ubicada al sur de la isla, esta cala salvaje es un refugio para los más aventureros. De hecho, sus aguas profundas son ideales para nadadores experimentados y amantes del mar sin multitudes.
  • Cala Norte, también conocida como del Faro: Es ideal para quienes buscan paisajes abiertos y una experiencia más natural. Es una zona ideal para la observación de aves.

Pero hay más, porque la naturaleza que Tabarca nos ofrece también momentos para hacer caminatas sencillas con las que descubrir la isla y todos sus rincones solitarios más espectaculares. Y, por su puesto, sin coches, sin prisas, incluso en temporada alta, gracias a que la isla conserva ese aire pausado que tanto cuesta encontrar en otros destinos.

 

Gastronomía marinera

Tabarca también es sabor a mar. Tras el pase o el chapuzón toca relajarse y sentarse a la mesa en alguno de sus restaurantes familiares tan ligados a la tradición de aquí. El plato estrella es el caldero tabarquino, un guiso marinero que se cocina con pescado de roca fresco. Tampoco nos podemos perder una buena fritura, el marisco, los arroces marineros y las tapas especialmente mediterráneas.

Cómo llegar

Es muy fácil llegar hasta Tabarca, ya que, desde Santa Pola salen ferris cada media hora durante la temporada turística, ideales para excursiones de un día. Hay otras conexiones desde Alicante, Benidorm y Torrevieja. Y oferta hotelera para dormir y pasar la noche en la propia isla.

Y, por si esto fuera poco, no hay que olvidar la posibilidad de combinar la escapada a Tabarca con la visita del Parque Natural de las Salinas de Santa Pola. Este parque natural ofrece un espectacular contraste entre paisajes salineros, dunas, y marjales y se extiende a lo largo de 2.740 hectáreas repletas de una belleza realmente única. Sin duda, merece la pena visitar y disfrutar a fondo de la Isla de Tabarca. Porque

Tabarca lo tiene todo para conquistar a cualquier viajero con alma mediterránea.

Más información: www.comunitatvalenciana.com