“De nada sirve mostrar lugares remotos de belleza sobrecogedora si no hacemos todo lo posible por preservarlos”
En un mundo cada vez más consciente del impacto humano sobre el planeta, la industria del turismo, y más concretamente la de cruceros, se encuentra en el punto de mira por las emisiones de CO₂, el consumo de recursos y la contaminación de los océanos. En este contexto, Hurtigruten ha querido marcar la diferencia y posicionarse como pionera en la adopción de medidas sostenibles.
La sostenibilidad, según la visión de la compañía, no es únicamente una sección de su plan de marketing, sino un pilar fundamental que se integra en todas sus operaciones. Así, durante los últimos años, Hurtigruten ha impulsado varias iniciativas para minimizar la huella ambiental de sus barcos y promover un turismo más responsable. Por ejemplo, Hurtigruten ha sido una de las primeras compañías del sector en introducir barcos híbridos como el MS Roald Amundsen y el MS Fridtjof Nansen, que combinan motores diésel de baja emisión con baterías eléctricas para reducir la cantidad de combustibles fósiles consumidos. Este sistema permite navegar con emisiones muy reducidas en determinados tramos, especialmente en zonas sensibles como fiordos protegidos y ecosistemas frágiles.
Desde hace algunos años, la empresa se comprometió a eliminar completamente los plásticos de un solo uso a bordo de sus barcos. Esto incluye pajitas, vasos, botellas y otros productos similares. En su lugar, se han implementado materiales biodegradables o reutilizables que ayudan a reducir los desechos plásticos.
La compra de suministros para la alimentación y otros servicios se realiza, en la medida de lo posible, a productores locales. Esto no solo disminuye la huella de carbono derivada del transporte de mercancías, sino que también potencia la economía y la cultura gastronómica de las comunidades costeras. En la práctica, se traduce en menús basados en pescado y marisco local, carne de caza autóctona y vegetales de temporada.
A bordo de los barcos, Hurtigruten organiza charlas y conferencias impartidas por expertos en biología marina, geología, cultura sami y otros temas relevantes para los lugares visitados. Además, fomenta la participación de los pasajeros en proyectos de ciencia ciudadana, como la toma de muestras de agua o el conteo de aves y mamíferos marinos, contribuyendo así a la investigación y la preservación del entorno.
En algunas expediciones, especialmente en áreas remotas como Svalbard o la Antártida, la compañía impulsa iniciativas de limpieza de playas y recolección de basura marina. Los viajeros pueden unirse a estas actividades y experimentar de primera mano la importancia de mantener limpios y cuidados los entornos naturales que visitan.
Aunque el objetivo primordial de Hurtigruten es reducir al mínimo sus emisiones, la compañía también ofrece programas de compensación de CO₂ e información transparente sobre su gasto energético. Estos mecanismos permiten a los pasajeros conocer y mitigar parte del impacto ambiental derivado de su viaje.
Al final, la sostenibilidad en Hurtigruten no se concibe como una opción, sino como una obligación inherente a la esencia de la empresa. Una forma de corresponder a la naturaleza majestuosa que se atraviesa y a las comunidades que se visitan. “De nada sirve mostrar lugares remotos de belleza sobrecogedora si no hacemos todo lo posible por preservarlos”, es un lema que sintetiza perfectamente la filosofía de la compañía.
Más información: hurtigrutenspain.com