Viajes

La Gran Ruta de Santa Eulària des Riu: Ibiza a nuestro ritmo

La ruta más larga de la isla, es un extraordinario recorrido circular a través de la costa, los montes y el paisaje rural ibicenco

Por Elena Moro

11 minutos

Playa Calanova, en Ibiza

La primera imagen que, por regla general, a una le surca fugazmente la cabeza al pensar en Ibiza es la de la típica postal: calas paradisiacas de aguas azul turquesa, espectaculares puestas de sol que contemplar con un mojito en la mano, dejándose envolver por el sonido chill out, e interminables sesiones dance en las que bailar al ritmo que pinchan los mejores DJ del mundo. Una imagen idílica que es real, pero que es sólo una de sus dos caras...  Si la isla fuera un vinilo de esos en los que hace scratch David Guetta, podríamos decir que Ibiza tiene una “cara A”, la más popular, esa donde los artistas presentan los temas más comerciales, y una cara B, reservada para las creaciones musicales especiales, dedicadas a oídos selectos, la que esconde la verdadera esencia de la isla. Ibiza sigue siendo un paraíso, sí, pero para otro tipo de oídos: aquellos que gustan de descubrir los paisajes naturales y culturales de un lugar activamente y a su ritmo, y no al que imponen los afamados DJs desde sus atalayas en algunas de las más famosas discotecas del planeta …

En este aspecto, propuestas como la Gran Ruta de Ibiza, la ruta de senderismo más larga de la isla, es un regalo para nuestros oídos. Iniciativa del ayuntamiento de Santa Eulària des Riu, uno de los municipios que más está trabajando en promocionar el atractivo deportivo y natural de Ibiza, la Gran Ruta es un recorrido circular que nos va a permitir descubrir los "temazos" dela isla a nuestro ritmo, ya sea andando, corriendo (como es mi caso) o incluso en bicicleta.

 

La ruta más larga de Ibiza

Con una longitud total de 63 kilómetros y diseñada para realizarse por etapas, la Gran Ruta es un extraordinario recorrido circular a través de la costa, los montes y el paisaje rural ibicenco, descubriendo un total de catorce puntos de interés turístico y patrimonial, algunos de ellos desconocidos para la mayoría de los viajeros, como Cala Espart, el acueducto de s’Argamassa o la torre de Monserrat. Los 63 kilómetros de longitud que conforman la ruta para caminar más larga de Santa Eulària e Ibiza surgen de conectar diversos tramos de los itinerarios senderistas (hasta 14 itinerarios circulares y niveles de dificultad bajo, medio y alto) a través de nuevas vías o antiguos caminos recuperados, como el Camí des Pedrisset. Lo bueno de la Gran Ruta es que podemos personalizarla, es decir, escoger cómo dividir las etapas -en dos, tres, cuatro, cinco o más días- e igualmente los puntos de partida más idóneos para nosotros; y también, por supuesto, hacer sólo alguno de sus tramos o complementarla con otras rutas con las que este recorrido se cruza, como las R7, R8, R9 y R11 a pie, y en bici con la docena de rutas de cicloturismo de Santa Eulària. Y por supuesto, por el camino, también tendremos oportunidad de retomar fuerzas degustando las especialidades de la cocina ibicenca.

La otra cara de Ibiza

 

Santa Eulària des Riu: el “campobase” de la Gran Ruta

El punto de partida y llegada de la Gran Ruta es Santa Eulària des Riu, la localidad más importante de la mitad norte de la isla. Situada en la costa oeste, a 15 km de la ciudad de Ibiza, la silueta blanca brillante de su iglesia Puig de Missa es inconfundible desde lejos. Extendida en paralelo al mar, Santa Eulària le debe mucho al agua. Y no sólo al del Mediterráneo, que la nutre de pescados y mariscos, también al del único cauce fluvial de las Baleares: el río de Santa Eulària. Históricamente, sus aguas se emplearon para el regadío de las huertas de la zona y para accionar los molinos harineros concentrados al pie de la colina del Puig de Missa, que fueron de vital importancia hasta el siglo XVIII. Santa Eulària actualmente es uno de los municipios ibicencos que más apuesta por ofrecer un modelo turístico deportivo, sostenible y accesible. Cuenta con varias playas con certificación ambiental ISO 14001 (Santa Eulària, Playa de Es Riu, Cala Llonga, Es Canar y Es Figueral) y banderas azules en las playas de Es Canar, Cala Llonga, Es Figueral y Cala Leña. Además, la playa de Santa Eulària des Riu ha sido reconocida por la ONCE y por Banderas Azules con mención especial “Accesibilidad Universal – Playas Inclusivas: sol y playa para todos"

A nuestra llegada al pueblo, nos integrarnos rápidamente en la gastronomía local, y para ello qué mejor que comer en uno de los restaurantes con más solera de Santa Eulària: el Rincón de Pepe, situado en la calle San Vicente, conocida como “la calle de los restaurantes”. Un lugar con el encanto de los mesones de toda la vida y una larga trayectoria sirviendo tapas y cocina tradicional española e ibicenca. Cristina, segunda generación de la familia propietaria, nos atiende y nos da algunos tips de lo que vamos a descubrir en el recorrido. Mientras comemos nos vamos poniendo al día con la historia de la localidad, que está muy ligada, obviamente, a la historia de Ibiza.

La calle de San Vicente en Santa Eulària, conocida como la "calle de los restaurantes"

 

La estratégica situación de Ibiza en el Mediterráneo la convirtió en un punto perfecto de parada y avituallamiento en las diferentes rutas marítimas. Fueron primero los comerciantes fenicios los que la eligieron como una de las bases de sus rutas comerciales gracias a la preciada sal que obtenían de las salinas, cuya explotación iniciaron. También los romanos dejaron su huella en la isla (la llamaron Ebusus), con obras como el acueducto de s’Argamassa. Y por supuesto también dejaron su impronta los árabes, que durante los tres siglos de permanencia en Ibiza dejaron su legado en Santa Eulària en forma de almazaras, acequias, aljibes, norias, molinos o en Ses Feixes, una joya agrícola herencia directa de la ingeniería almorávide. Del nombre que dieron al territorio, xarc, que significa levante en árabe, ya no queda nada, salvo el concepto de circunscripción que mantuvieron los catalanes al reconquistar la isla para la Corona de Aragón en el siglo XIII. De aquel topónimo se pasó a Quartó del Rei y, con el tiempo, a Santa Eulària des Riu, el nombre que se había dado al primer templo levantado junto al río, que fue destruido en uno de los numerosos ataques piratas que sufrieron las costas de Ibiza hasta el siglo XVII.

El conjunto monumental del Puig de Missa

 

Terminamos de comer, y José, responsable de la oficina de Turismo de Santa Eulària des Riu, nos propone calentar piernas esa misma tarde recorriendo la Ruta del Río, y es que en Santa Eulària desemboca el único río de Baleares. Este paseo autoguiado nos lleva a algunos de los principales puntos del pueblo: el paseo marítimo, la playa urbana de Santa Eulària– la primera en Baleares en declararse Playa sin Humos-, la desembocadura fluvial, el Centro de Interpretación del Río Can Planetes (donde podremoss conocer lo importante que fue el río para Santa Eulària y cómo funcionaba uno de los antiguos molinos harineros que había en las proximidades del cauce), pasaremos también por el Pont Vell, un sencillo puente levantado en el siglo XVIII donde conocereremos a uno de los seres de la mitología de Ibiza: el fameliar, y por supuesto subiremos hasta la joya monumental del pueblo: el conjunto arquitectónico del Puig de Missa (monte de la misa), donde se alza su icónica iglesia del siglo XVI, un excelente ejemplo de iglesia-fortaleza que sirvió para defender los molinos harineros situados a pie de río de los ataques piratas. Para alcanzarla iremos ascendiendo entre las coquetas casas tradicionales del casco viejo del pueblo. Desde la iglesia tenemos excelentes vistas de todo el valle y el mar.

El Pont Vell, en la Ruta del Río

 

En las calles vecinas al templo, aguardan casas y rincones con mucho encanto, así como otra visita de gran interés cultural: el Museo Etnográfico de Ibiza Can Ros. Instalado en Can Ros, un excelente ejemplo de vivienda tradicional ibicenca, su colección permanente muestra los usos y costumbres de la sociedad campesina anterior al desarrollo turístico. Otra parada de interés en Santa Eulària des Riu es la Sala Barrau, dedicada al pintor catalán Laureà Barrau i Buñol, quien vivió en el pueblo durante dos décadas hasta su muerte en 1957. Enamorado de la luz, el color y las costumbres de Ibiza, sus dibujos y lienzos te abrirán una ventana a la vida ibicenca de la primera mitad del siglo XX. Después de esta introducción a lo que va a ser la Gran Ruta nos vamos a descansar (y a cenar también estupendamente en su restaurante Humo) al Nativo Hotel Ibiza. 

 

 

Las 14 paradas de la Gran Ruta (R14)

El itinerario propuesto de la Gran Ruta tiene inicio y fin en el ayuntamiento de Santa Eulària. Desde aquí se dirige hacia el sur rumbo a Cala Llonga y S’Estanyol para virar al noroeste una vez se pasa el pueblo de Jesús y continuar hacia Santa Gertrudis, donde alcanza la mitad del recorrido. Desde aquí, la ruta cruza los campos de cultivo que se extienden bajo el Puig d’Atzaró hasta llegar al famoso mercadillo hippie de Las Dalias, donde toma dirección hacia Es Canar, y de ahí, de nuevo toma rumbo hacia Santa Eulària. Como hemos dicho antes, las etapas se pueden personalizar, también se puede descargar la Gran Ruta en PDF o seguirla punto por punto en Wikiloc. Pero aquí destacamos 14 puntos de interés de la Gran Ruta, que no os podéis perder en vuestro recorrido, cada cual a su ritmo.

1. Ayuntamiento de Santa Eulària. Inicio y fin de la parada, fue construido en el siglo XIX y aún mantiene los elementos arquitectónicos originales. En la plaza frente al edificio hay un refugio antiaéreo construido en plena Guerra Civil, en 1937.

2. Cala Espart. Esta pequeña calita de agua esmeralda es accesible solo a pie, por eso está muy poco concurrida, incluso en verano. Debe su nombre al esparto, una planta perenne de la que se obtiene una fibra vegetal ha sido utilizada tradicionalmente en la isla, como por ejemplo para la confección de espardenyes (alpargatas) o diferentes enseres para animales como los caballos.

Una de las calas por las que se pasa camino a Jesús

 

3.  Iglesia de Jesús. Construída a finales del s. XV, antiguamente era frecuentada por gentes de la mar y campesinos que vivían fuera de las murallas de la ciudad y, adicionalmente, era considerado lugar de peregrinación para los ibicencos que acudían a cumplir una promesa, tras un año de sequía o al retornar al hogar después de un temporal en el mar. En su interior se custodia el retablo de Osona, de estilo gótico tardío, la obra de arte religioso más sobresaliente de Ibiza.

Iglesia de Jesús, antiguamente frecuentada por marineros 


4. Camí de Pedrisset: este antiguo camino conserva una excelente muestra de paredes construida con la técnica tradicional mediterránea pedra en sec o piedra seca, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2018. Pasaremos también por el pedrisset, una especie de asiento de piedra que servía para esperar a que pasara el carro que circulaba por el camino, ya que era muy estrecho.


5. Iglesia de Santa Gertrudis. Es una de las parroquias más emblemáticas de la isla de Ibiza. Situada en la localidad del mismo nombre, el epicentro de la isla, y un punto de encuentro de residentes y turistas para disfrutar de sus numerosas terrazas y variada gastronomía y de sus numerosas tiendas- se construyó en el s.XVIII, stá dedicada a Santa Gertrudis de hefta, una monja alemana cisterciense, y cuenta con diversas peculiaridades arquitectónicas: posee el campanario más alto de la isla, la campana más pequeña y es el único templo ibicenco a cuyo coro se accede por una escalera exterior.

Santa Gertrudis

 

 6. Sendero turístico de Labritja.  La Gran Ruta recorre un tramo de este antiguo camino recuperado en 2018, concretamente el del municipio de Sant Joan, junto al cual se encuentran los puentes de sa Llosa y Cas Roig, un puente más antiguo que lleva por el torrente de Labritja. En su totalidad el Sendero de Labritja tiene 16 km y cuenta con una treintena de elementos patrimoniales.

 

 7. Torre de Can Jaumet, Can Rieró y Montserrat, excelentes ejemplos de torres prediales, uno de los elementos arquitectónicos de la vivienda tradicional ibicenca. La primera es una torre de dos plantas adosada a una casa del mismo nombre, la segunda ya aparece documentada en 1771 con el nombre de torre d’Atzaró, con una puerta de acceso a la planta baja desde el patio de la casa a la que pertenece.  Y la tercera es, a diferencia de Can Rieró, el tipo de construcción con hiladas horizontales de losas colocadas verticalmente, similar al estilo “espiga de peix”.


 10. Font d’Atzaró. Fuente tradicional que se acompaña de un lavadero y un safareig (balsa). Antiguamente se celebraban aquí bailes tradicionales con motivo de la noche de San Juan.


 11. Mercadillo hippy de Las Dalias. Lo que comenzó siendo una “sala de fiestas” en la década de los cincuenta, se convirtió en el punto de encuentro de los primeros hippies de Sant Carles. En 1985 se inauguró el mercadillo, con 300 puestos, y es el único en toda la isa que abre todos los sábados del año. Aactualmente es sede también de numerosos eventos y actuaciones musicales. Cerca se encuentra la icónica parroquia de San Carlos, donde se encuentra Can’Anneta; un bar que se encuentra junto a la iglesia de San Carlos y que es famoso por ser punto de encuentro de hippies y por la producción de hierbas propias artesanas. Y también el lugar donde se celebra la feria Gastronómica del Calamar, a finales de octubre, un escenario vibrante para los amantes de la gastronomía y del sabor del mar pitiuso. Este evento es esperado con entusiasmo por miles de personas que lo visitan cada año, por el placer culinario -se pueden probar todo tipo de tapas y platos elaborados con calamar-  y por el extraordinario ambiente festivo que se vive durante el día. ¡Podemos dar fe!

Mercadillo de Las Dalias 

 

12. Mercado hippie de Punta arabí. Inaugurado en 1973 es otro delos mercadillos emblemáticos de la isla, con más de 500 puestos. Tienes que visitarlo sí o sí si pasas por él un miércoles cualquiera durante el verano. 

13. Acueducto romano de s’Argamassa: este yacimiento arqueológico de gran riqueza patrimonial e hidráulica se encuentra entre Cala Pada y Punta Arabí. El acueducto, de 400 m. de longitud, se construyó en el s. I, durante la época tardopúnica y romana, con fines comerciales: para llevar agua a una piscifactoría.

14. Punta de s’Església Vella: la última parada antes de regresar a Santa Eulària regala una fantástica panorámica sobre el mar, la bahía y a la Marina de Santa Eulalia, el puerto deportivo de la localidad. Cuenta la leyenda que aquí se asentaba la primera iglesia de la villa, y que un primer domingo de mayo, después de celebrarse la misa, se derrumbó sin causar ningún herido. Desde entonces se celebra este día la festividad más grande del municipio: las Fiestas del Primer domingo de mayo.

 

 

Dónde comer (bien) y alojarse durante la ruta

La Gran Ruta transita también junto a hoteles rurales, agroturismos y restaurantes que permiten combinar el senderismo con experiencias de ocio, gastronomía, relax y bienestar. A lo largo de sus 63 kilómetros, encontrarás 50 establecimientos de restauración que forman parte de la selección Restaurantes con Encanto Tradición a la Carta, donde podrás reponer fuerzas mientras disfrutas de propuestas gastronómicas de calidad. Y para el descanso, puedes optar por escoger uno de los 6 Hoteles con Encanto situado en las proximidades de la ruta o dormir cada noche en uno de ellos. Descárgate la Gran Ruta en PDF y descubre cuáles son los hoteles y restaurantes que te aguardan en cada una de las etapas, ya sea para reservar mesa al mediodía, acudir a la noche o descansar tras el paseo del día. Sin duda, un broche perfecto para un recorrido de senderismo y cicloturismo tan completo como la Gran Ruta.

  • Nativo Hotel Ibiza. Nosotros nos alojamos en el Nativo Hotel Ibiza, situado en Siesta, un barrio tranquilo y residencial de Santa Eulalia del Río, es un coqueto y moderno "eco-alojamiento" que incorpora conceptos de turismo “consciente” y el cuidado por el entorno local. Por ejemplo, usa materiales alternativos al papel como papel de semillas plantable, y se centra en el uso de materiales naturales, principalmente a través del protagonismo de la madera y los beneficios de diseñar espacios aprovechando la abundante luz natural de Ibiza. Con arena de playa en la zona del restaurante para sentirte ya como en la playa, actividades como yoga matutino, varias piscinas (una en el roof-top solo para adultos), una cuidada atención y una oferta gastronómica ligada a los productos locales y de temporada, como en su restaurante "Humo", una experiencia gastronómica liderada por el chef  Alberto Bermejo que supone una ruta express por la selva latinoamericana, haciendo un homenaje a las brasas, al humo y las parrillas, con toques exóticos y técnicas ancestrales.. El Nativo: un "paraíso" para descansar y/o un campobase perfecto para disfrutar de unas vacaciones activas,