Es muy habitual escuchar que la cerveza es la mejor bebida para recuperar el glucógeno muscular después del ejercicio físico porque es rica en carbohidratos y potasio. Sin embargo NO es la bebida más adecuada para la recuperación, esto se debe principalmente a:
➠ El alcohol que contiene la cerveza tiene un efecto deshidratante.
➠ La cerveza constituye una fuente pobre de carbohidratos. De las 150 kcal que hay en una lata de cerveza solo 50 provienen de los carbohidratos y las otras 100 del alcohol.
Esto no quiere decir que no puedas tomar cerveza después del ejercicio físico. Si te gusta y acostumbras a beberla puedes tomarla con moderación, pero recuerda que es muy importante que primero calmes tu sed con suficiente agua y una vez hidratado puedes tomarte una o dos cervezas junto con alimentos que aporten los carbohidratos que tu cuerpo necesita (por ejemplo unas galletas saladas o unas tostas variadas). ¡La cerveza necesita una tapa para acompañarla!