A camino entre la hostelería y un lugar donde guarecerse, centenares de refugios jalonan nuestra geografía y nos invitan a conocer su entorno, siempre con educación por los demás y respeto por la naturaleza.
TIPOS DE REFUGIOS
Básicamente hay dos tipos de refugio: con guarda (en los que conviene reservar con antelación) y sin guarda (o de uso libre). En el primer caso debe pagarse mediante tarjeta bancaria y por adelantado, justo cuando se realiza la reserva y en los libres el acceso es gratuito.
Huelga decir que los guardados tienen bastantes ventajas a cambio del pago: mayor comodidad para dormir, servicios de comidas, instalación más limpia, cuartos de baño, taquillas para dejar las mochilas a salvo de robos, ayuda en caso de accidente, etcétera.
Los de libre acceso son más pequeños y espartanos, carecen de comodidades y pueden encontrarse en ocasiones sucios, vandalizados o con un grupo celebrando un “fiestón” sin control alguno. Para solucionar esto, en Aragón cinco voluntarios están acondicionando o rehabilitando sus refugios no guardados mediante una iniciativa altruista denominada “Refugios libres dignos” que realiza labores de mantenimiento y limpieza. La experiencia confirma que a menudo si los visitantes encuentran el interior ordenado y limpio, lo dejan en parecidas condiciones.
NORMAS GENERALES
Entre las más comunes, están:
- Reserva obligatoria de plaza con suficiente anterioridad a la pernocta. El guarda o gestor puede exigir el pago parcial o total de las plazas con antelación. Si se anula con menos de 15 días de aviso sólo se devolverá entre el el 40 y el 20% del total (en algunos casos nada si se avisa sólo 24 horas antes).
- Identificarse al llegar con el DNI, para que nos asignen las plazas reservadas y que nos recuerden normas específicas (puede haber problemas con los baños o la cerradura de las taquillas).
- Respetar los horarios de comidas, cenas y desayunos, siempre expuestos en un cartel.
- No permanecer en los dormitorios durante el día, salvo enfermedad ni almacenar en ellos las mochilas.
- No dormir sin saco o sábana.
- Prohibido fumar en el interior.
- Silencio nocturno absoluto, generalmente desde las 22-23 h a las 7-8 de la mañana.
- El refugio sólo gestiona la basura generada por su personal y ventas de cocina, economato y bar; los usuarios deben bajar sus propias basuras.
- Si accediésemos a un refugio sin reserva y completo, en una situación de emergencia, -por ejemplo una fuerte tormenta- el guarda o guardesa podrá permitirnos pernoctar en el interior pero muy posiblemente en el suelo si no quedaran plazas libres y cobrarnos por ello.
- En algunos casos, como socios del club propietario, federados en montaña o guías pueden tener prioridad para ocupar un número concreto de plazas libres respecto a otros usuarios.
PRECIOS
Son bastante variables, dependiendo del enclave, propietario (una federación de montaña o la administración) y calidad de los servicios. Como referencia nos servirán estas tarifas individuales:
1) Pernocta en refugio: de 12 a 27 euros (con posible descuento a federados en montaña del 5 al 10%).
2) Pernocta en acampada próxima al refugio: unos 15 euros/persona. En esta opción sólo está disponible en ciertos refugios masificados en verano, preguntar siempre antes de instalar cualquier tienda. El precio puede incluir o no que nos faciliten una tienda desde el refugio.
3) Comida o cena: de 17 a 22 euros.
4) Desayuno: 6 a 12 euros
5) Bebidas: de 4 a 5 euros/lata.
6) Picnic (bolsa con comida para actividad diurna): de 13 a 15 euros.
7) Mapas en papel: de 10 a 15 euros.
Nota importante: los pagos de los servicios obtenidos al momento deberán realizarse en metálico, por la dificultad de conexión telefónica de un datáfono.
UNA ÚLTIMA RECOMENDACIÓN
En los refugios pueden existir situaciones de conflicto entre visitantes e incluso en ocasiones con los guardas (por no respetar las normas o por malentendidos), en cualquier caso se recomienda siempre mantener la educación y la calma, y si resulta procedente solicitar la hoja de reclamaciones, que debe incluir 3 copias.