Técnica

Potabilizadores de agua: nuevas y clásicas soluciones

El verano acentúa de forma dramática nuestra necesidad de consumir agua y potabilizar la que encontremos en arroyos o fuentes de montaña. ¿Qué funciona realmente bien?

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Potabilizadores de agua: nuevas y clásicas soluciones

Durante el verano, el calor intenso y el aumento de la actividad al aire libre incrementan de manera significativa nuestra necesidad de mantenernos hidratados. Esta estación no solo eleva la demanda de agua por parte del cuerpo, sino que también nos lleva con más frecuencia a entornos naturales —como montañas, ríos o senderos remotos— donde no siempre hay acceso a agua potable. En estos contextos, potabilizar adecuadamente el agua que encontremos en arroyos, manantiales o fuentes naturales se convierte en una prioridad para prevenir enfermedades y mantener el bienestar.

Pastillas potabilizadoras

Lo bueno: económicas, las mejores son eficaces frente a bacterias y virus. Si incluyen cloro desinfectan el recipiente donde almacenemos el agua y la conservan potable durante meses. Extremadamente ligeras y fáciles de utilizar. Larga caducidad.

Lo malo: la mayoría requieren un tiempo de espera de 1 hora. Añaden productos químicos al agua (en general derivados del cloro). Sabor poco agradable cuando el agua no está fría.

Rango de precios: de 10 a 25 euros (para 25 a 100 comprimidos).

Botella blanda con filtro antibacteriano

Lo bueno: sistema integrado en una botella flexible. Potabilización e ingestión de agua inmediatas. Muy fácil uso. Filtra sedimentos.

Lo malo: la botella cede algo de sabor al agua. Algunos modelos tienen un ensamblado del filtro a la botella no muy duradero. La botella se puede pinchar. No sirve para bacterias.

Rango de precios: de 50 a 60 euros.

Botella con filtro de ozono

Lo bueno: único sistema de botella filtrante que además de bacterias, elimina virus. No añade sustancias químicas. Elimina malos sabores u olores. Botella resistente en Tritan (plástico sin disrruptores endocrinos). Mejor sabor que con botella flexible. Fabricación en España

Lo malo: envase rígido, precio un 20% más elevado que las botellas con filtro antibacteriano. Utiliza batería de ión-litio (máximo 30 usos por carga con mini USB). Algo pesada, 225 gramos

Rango de precios: 70 euros para la de 0,75 litros

Bolsa filtrante de gravedad

Lo bueno: no requiere esfuerzo de bombeo. Muy útil para cantidades grandes (de 3 a 8 litros), útil para grupos y viajes en furgoneta o autocaravana. Almacenamiento del agua en contenedor flexible

Lo malo: precio elevado. La bolsa puede pincharse. Transporte en mochila algo voluminoso.

Rango de precios: de 120 a 170 euros.

Cañas de succión

Lo bueno: potabilización inmediata. Muy ligera (de 40 a 60 gramos)s. Caben hasta en la mochila más pequeña. Relación calidad/precio/funcionalidad excelente. Las nuevas de acero inoxidables son muy resistentes. Muy útil en actividades cortas, viajes y turismo.

Lo malo: sólo sirven para agua con bacterias o protozoos (no virus).

Rango de precios: de 20 a 40 euros

 

Filtros de bombeo

Lo bueno: potabilización inmediata. No añade sabores y eliminan fango e insectos. Fácil acceso del tubo de succión a lugares recónditos. Gran volumen de filtrado.

Lo malo: caudal algo lento, requiere accionamiento repetitivo de palanca (fatigoso si deben potabilizarse más de 2 o 3 litros). Caro, algo pesado . Limpieza del filtro algo engorrosa.

Rango de precios: de 100 a 200 euros.

Potabilizador ultravioleta

Lo bueno: potabilización casi inmediata. No añade sustancias químicas ni sabor. Pequeño volumen. Muy seguro: sirve para bacterias y virus.

Lo malo: precio elevado, pequeña lámpara de cristal que pese a ir bien protegida con un capuchón rígido no es apta para gente descuidada. Funciona con batería de ión-litio.

Rango de precios: desde 80 a 140 euros.

Hervir el agua

Lo bueno: no añade sustancias al agua, sistema seguro siempre que hierva al menos durante 3 minutos (si bien en algunos casos extremos puede hacer falta hasta 10 minutos)

Lo malo: hay que esperar a que se enfríe, no elimina el mal sabor del agua, necesita medios más pesados y voluminosos que otras alternativas (hornillo+cartucho de gas). Utiliza combustible fósil. Puede estar prohibida su ignición durante el verano en espacios protegidos. Sistema peligroso dentro de una tienda de campaña.

Rango de precios: el gasto medio de gas por litro hervido es de unos 40 céntimos.