Técnica

Un otoño de trekking con tu perro: 7 recomendaciones clave

El otoño es una de las mejores estaciones para disfrutar del trekking con tu perro. Sin embargo, también presenta desafíos específicos que debemos tener en cuenta para garantizar una experiencia segura y agradable tanto para ti como para tu compañero de cuatro patas.

4 minutos

Un otoño de trekking con tu perro: 7 recomendaciones clave

El trekking otoñal con tu perro puede ser una experiencia maravillosa si tomas las precauciones adecuadas. Desde la protección contra el frío y la planificación cuidadosa de la ruta, hasta la atención a la hidratación y la visibilidad, cada detalle cuenta para asegurar que tú y tu perro disfruten al máximo de la naturaleza en esta estación. Sigue estas siete recomendaciones y estarás listo para enfrentar cualquier desafío que el otoño pueda presentar, mientras fortaleces el vínculo con tu mejor amigo en cada paso.

1. Protección contra el frío y la humedad: equipo adecuado

El otoño trae consigo temperaturas más bajas y una mayor probabilidad de lluvia. Por ello, es fundamental equipar adecuadamente a tu perro para protegerlo del frío y la humedad. Si bien muchas razas tienen un pelaje que las aísla, otras pueden necesitar una chaqueta impermeable y transpirable que mantenga el calor corporal sin generar sudoración excesiva. Además, considera el uso de botines, especialmente si el terreno es accidentado, para proteger las almohadillas de tu perro del barro, la nieve o los terrenos húmedos y fríos que podrían causarles heridas o irritaciones.

2. Planifica la ruta: condiciones meteorológicas y exigencia física

El trekking en otoño requiere una planificación más cuidadosa en cuanto a las condiciones del terreno y el clima. Consulta el pronóstico meteorológico antes de salir y opta por rutas que ofrezcan refugio en caso de lluvia o viento intenso. Las temperaturas bajas también significan que tu perro gastará más energía para mantener su temperatura corporal, así que ajusta la duración y dificultad de la ruta a su condición física. Las rutas con excesiva pendiente o terreno resbaladizo pueden resultar peligrosas tanto para ti como para tu perro. Prioriza senderos que conozcas o aquellos donde sea fácil obtener ayuda en caso de emergencia.

3. Hidratación constante: el agua sigue siendo crucial

Aunque en otoño el riesgo de deshidratación no es tan evidente como en verano, es vital mantener a tu perro bien hidratado durante la caminata. Las bajas temperaturas pueden enmascarar la sed, pero tu perro sigue perdiendo líquidos al respirar y por la actividad física. Lleva siempre una botella de agua y un cuenco portátil para que pueda beber en las paradas. Evita que tu perro beba de charcos o fuentes de agua estancada, ya que podrían estar contaminadas con bacterias o sustancias tóxicas. El agua limpia y accesible debe estar disponible en todo momento.

4. Atención a los peligros naturales: hojas, setas y fauna salvaje

El otoño es una estación en la que aparecen nuevos riesgos naturales. Las hojas caídas pueden ocultar peligros como agujeros o terrenos resbaladizos, y algunas setas que crecen durante esta época pueden ser tóxicas para los perros. Enseña a tu perro a no ingerir elementos del suelo y vigílalo de cerca en áreas con abundante vegetación. Además, la fauna también está más activa en otoño debido a la preparación para el invierno. Asegúrate de que tu perro esté bajo control, ya sea con una correa o bajo un adiestramiento de obediencia fiable, para evitar encuentros peligrosos con animales salvajes como jabalíes o zorros.

5. Visibilidad: la luz del día es limitada

A medida que avanza el otoño, los días se acortan, lo que significa que podrías encontrarte caminando en condiciones de baja visibilidad si no planificas bien tu salida. Equipar a tu perro con un collar o chaleco reflectante, así como con una luz LED, ayudará a que sea visible para ti y para otros excursionistas o vehículos si atraviesas zonas de tránsito. Además, lleva una linterna o frontal para iluminar el camino en caso de que la noche te sorprenda. La visibilidad no solo es importante para la seguridad en el camino, sino también para encontrar a tu perro si se aleja.

6. Control de la energía y alimentación: snack ligeros y nutritivos

En otoño, debido al frío, tu perro necesitará más energía para mantener su temperatura corporal. Lleva contigo snacks ligeros y energéticos que puedan reponer rápidamente sus reservas de glucógeno sin interrumpir demasiado el ritmo de la caminata. Opciones como barritas energéticas específicas para perros o pequeñas porciones de carne seca pueden ser excelentes fuentes de nutrientes. Sin embargo, no olvides que la alimentación debe ajustarse a la duración y la intensidad del trekking. No alimentes a tu perro inmediatamente antes de comenzar, ya que esto podría provocar malestar gástrico durante el esfuerzo físico.

7. Consulta con tu veterinario: chequeo previo y medidas preventivas

Antes de embarcarte en largas caminatas durante el otoño, es recomendable realizar una visita al veterinario para asegurarte de que tu perro está en óptimas condiciones físicas. Las excursiones en esta época del año pueden requerir un mayor esfuerzo debido a las condiciones climáticas. Verifica si tu perro necesita alguna vacunación adicional o tratamiento preventivo contra parásitos, especialmente si vas a caminar en áreas donde los animales salvajes son comunes. Algunos parásitos, como las garrapatas, siguen activos durante el otoño y podrían transmitir enfermedades. Un chequeo preventivo y el uso de antiparasitarios adecuados garantizarán que tu perro esté protegido durante las salidas al campo.