Técnica

Dormir en invierno: técnicas para tener unos sueños sin frío

A quienes nos gusta salir todo el año, dormir en invierno llega ser hasta placentero y muy razonable… ¡eso sí: siempre manteniendo ciertas precauciones! ¿quieres conocerlas?

Tino Nuñez

4 minutos

Dormir en invierno: técnicas para tener unos sueños sin frío

Dormir en montaña durante el invierno no representa necesariamente una heroicidad ni una locura, de hecho es bastante más sencillo y agradable de lo que a menudo se cree. ¿Te vienes con nosotros/as?

Antes que nada…
Si hace años era habitual dormir en la montaña durante todas las estaciones para completar una actividad de fin de semana o de vacaciones, actualmente predomina pernoctar en la “civilización”, ya sea en un alojamiento situado en el pueblo más cercano o nuestro propio domicilio. Sin embargo pasar una o varias noches de invierno en nuestro saco de dormir permite un contacto más estrecho con la naturaleza, realizar actividades más prácticas o simplemente disfrutar de un entorno más salvaje y solitario que el resto del año.

Entre las mejores ideas están hacernos con un buen saco de dormir (estamos hablando de 100 a 350 euros) y una colchoneta de calidad (a partir de los 50 euros), consultar en la web de la Agencia Estatal de Meteorología qué temperaturas están previstas –tienen un apartado especial para montaña y en el que se reflejan diferentes altitudes– y elegir en lo posible días secos y sin viento fuerte.

¿A qué nos enfrentamos?
Si has dormido pocas veces en la montaña y sobre todo en los meses más cálidos, te conviene ahora en estos meses más fríos probar el vivac en una zona de bosque sin nieve o si está nevado, dentro de una tienda de campaña. En general se sobrevalora la protección térmica adicional que aportan una tienda de campaña o una funda de vivac, pero sí que es cierto que en el momento más gélido-que suele ser justo antes de amanecer- añaden de 2 a 3 grados de aislamiento, te quitan viento y psicológicamente te hacen sentir más protegido.

En las montañas españolas, en enero y febrero son temperaturas comunes los -2/-3ºC a 1.200-1.500 m, unos -5ºC a 1.800 m, -7/-8ºC en torno a los 2.500 y de -10 a -15ºC hacia los 3.000 metros. Para personas no habituadas al invierno la sensación de frío intenso comienza a partir de los -7ºC y es un valor que obliga a llevar sacos de dormir gruesos (y que a menudo pesan entre 1.400 y 2.000 gramos) y una buena chaqueta de plumas (prendas de 400 gramos en adelante).

Sobre los sacos de dormir
Pese a los avances técnicos de estas últimas décadas, la mayoría de los sacos resultan menos calientes de lo que se cree. Si bien existe una normativa europea, no obligatoria pero aconsejable, sobre el aislamiento que proporcionan y que es muy útil para comparar el aislamiento de los diferentes sacos de un mismo confeccionista, la temperatura más alta o de confort es la que permite dormir sin pasar frío a un varón. Si bien curiosamente la prueba de confort está pensada para una mujer de 25 años, la realidad es que la temperatura facilitada es más realista para un hombre (las mujeres por lo general experimentan una sensación térmica de 3 a 4 grados inferior a los varones). Las temperaturas límite de confort y extremas son más una advertencia seria que una referencia de uso, porque el primer caso sólo podrás dormir encogido y con una sensación desagradable de frío y en el segundo caso pueden aparecer congelaciones o riesgo de morir tras apenas 6 horas de utilización.

Puedes ahorrar hasta un 30 por ciento de peso cuando el relleno del saco es de máxima calidad, ya sea pluma o fibra, pero no existen milagros y ningún saco fino te mantendrá caliente bajo cero, afirmen lo que afirmen los test que aparecen en vídeos y blogs

Aislamiento térmico adicional
La tendencia actual en la divulgación sobre el rendimiento del equipo o material es una mercantilización excesiva de la información, que se traduce demasiado a menudo en contenidos poco realistas que intentan convencer e incluso impactar a quien ve un vídeo o lee recomendaciones en redes sociales. Puedes dormir más caliente dentro de tu saco si aprovechas las siguientes situaciones:

- Bajo vegetación tupida o un árbol frondoso suele haber de media 4 a 5ºC más de calor.

- Dormir con una chaqueta de plumas de espesor medio –en general las que rozan los 400 gramos de peso total- permitirá que con tu saco de confort -5ºC puedas dormirá a gusto hasta -10ºC.

- Las fundas de vivac térmicas, hechas con un tejido-no tejido de poliamida tipo Cambrelle (aspecto de celulosa fina) y aluminizado ligero, son el doble de calientes que las fundas de vivac convencionales. Cuestan de 50 a 80 euros.

- Las mantas de supervivencia añaden de 5 a 8 o C , siendo a igualdad de espesor (existen tres grosores) más aislantes las que están cerradas en forma de saco. De 5 a 20 euros.

- Los sacos-sábana térmicos, confeccionados con tejido elástico de poliéster hueco, añaden de 3 a 5ºC según su espesor y transpiran maravillosamente. De 40 a 70 euros.

- Prefiere colchonetas con un valor R superior a 2,5. Cuanto mayor es esa resistencia térmica menos frío sentirás el suelo, ya sea vivaqueando o pernoctando en tienda, y más caliente dormirás.

- Si eres de los/las que pasas casi siempre demasiado frío en los pies, pueden interesarte unos patucos de pluma. La inversión varía entre los 80 y los 130 euros el par.

- Los iglús permiten una ganancia de aislamiento térmico notable, entre 5 y 17/20 grados más caliente que el exterior, pero es muy difícil que la temperatura dentro supere los -3 o /0ºC.

Dos últimos consejos
Y para terminar…
1) La postura lateral y encogida o fetal es la más caliente de todas. La menos saludable y fría es dormir bocabajo.
2) Evita en lo posible lugares venteados, como collados o cimas, y con humedad (cerca de un arroyo o laguna la temperatura puede resultar de 5 a 10 grados más fría).