Practicar trekking o trail running con tu perro bajo la lluvia puede ser una experiencia gratificante si ambos lleváis el equipo adecuado y mantenéis los controles oportunos. La clave está en entender las necesidades físicas del animal, adaptar la ruta según su respuesta al clima y priorizar siempre su bienestar. De este modo, tu mejor amigo disfrutará contigo de cada gota de lluvia en plena naturaleza, seguro y feliz.
1. Elección del equipo adecuado
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Impermeables y cubiertas protectoras
Opta por un chubasquero o capa canina diseñada con membranas transpirables e impermeables (ej. materiales como el Poliuretano o el Gore-Tex para perros). Estos tejidos ayudan a mantener el calor corporal sin acumular condensación interna. -
Arneses antideslizantes
Un arnés con acabado hidrófugo y correas ajustables evita rozaduras y asegura un mejor control en superficies mojadas. Revisa que tenga zonas reflectantes para mejorar la visibilidad en condiciones de poca luz. -
Botas o calcetines específicos
En terrenos muy pedregosos o con barro, unas botas técnicas para perros reducen el riesgo de cortes y protegen las almohadillas. Busca modelos con suela antideslizante para tracción extra.
2. Ajusta la ruta y el ritmo
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Conoce los límites de tu perro
La lluvia enfría y agota al animal con mayor rapidez. Planifica una ruta flexible que permita acortar la distancia o el tiempo en caso de que tu perro muestre síntomas de fatiga o hipotermia (temblores, letargo, respiración acelerada). -
Pausas de secado
Aunque tu perro vaya cubierto, es recomendable detenerse en zonas resguardadas y secar ligeramente el pelo y la barrera protectora. Este gesto evita la acumulación de humedad y reduce la pérdida de calor.
3. Seguridad y confort durante la actividad
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Revisa regularmente su estado
Observa las orejas, los ojos y las almohadillas en busca de irritaciones. La humedad prolongada puede propiciar la aparición de hongos o dermatitis. Ante cualquier anomalía, evita prolongar la salida. -
Hidratación y alimentación
El hecho de que llueva no implica descuidar la ingesta de agua. Asegúrate de que tu perro beba con frecuencia y valora la opción de llevar snacks energéticos (altos en proteína y calorías) para reponer fuerzas. -
Control post-ejercicio
Una vez en casa, o en un refugio seco, sécale con toalla o secador a baja potencia y revisa minuciosamente su piel y almohadillas. Un buen cepillado final ayuda a detectar posibles lesiones y facilita la aireación del manto.