Los aficionados a la montaña no solemos prestar demasiada atención a los accesorios hasta que algunas situaciones no demasiado comunes nos recuerdan su utilidad. El tren de borrascas continuas en las que se ve envuelta la mayor parte de España desde hace varias semanas seguidas insiste en mojar nuestro equipo y cuerpo repetidas veces.
CUBREMOCHILA
Aunque algunas mochilas lo incorporan de serie en un discreto bolsillo inferior, la mayoría de los modelos no incluyen este accesorio.
Rango de precios: 15 a 45 euros
Ventajas: protege de la lluvia la mochila y su contenido. Colocación muy sencilla y rápida. Muy ligero (entre 85 y 170 gramos). Secado rápido. No limita la transpiración de la espalda
Limitaciones: impermeabilidad limitada, pues la mayoría no tienen una columna de agua superior a los 1.000 o 2.000 milímetros. Cuando llueve con fuerza el agua entra desde el inicio de las hombreras a la espalda.
Qué te recomendamos: preferir cubremochilas con columna de agua superior a los 2.000 milímetros y costuras selladas. Mejor que sea de un color llamativo –por ejemplo amarillo o naranja fluo- y con orificio de drenaje de agua en la parte inferior.
MINI BOLSA ESTANCA
Quizás el accesorio más sencillo y menos utilizado frente a la lluvia.
Rango de precios: 15 a 40 euros.
Ventajas: protege de la humedad productos delicados, como teléfono móvil, guías en papel, medicamentos y cerillas o mechero. Imprescindible para guardar el saco de dormir si nos va a llover bastante durante la marcha. Muy ligeras.
Limitaciones: resistencia moderada a la perforación y desgarro. Los modelos más económicos pueden deslaminarse o romperse tras pocos usos.
Qué te recomendamos: adquirir al menos dos: una de poliuretano transparente para el móvil y objetos pequeños valiosos y otra más grande, de nailon o poliéster, preferentemente con cierre enrollable e impermeabilidad superior a los 5.000 milímetros, para guardar ropa de recambio o el saco de dormir.
GORRA IMPERMEABLE Y TRANSPIRABLE
Rango de precios: 12 a 50 euros.
Ventajas: mantiene la cabeza a salvo de la lluvia, nieve y viento, pudiendo trabajar en combinación con la capucha de una chaqueta (lo que normalmente mejora la visibilidad en caso de muy mal tiempo). Peso ínfimo, alrededor de 45 gramos y bulto muy escaso.
Limitaciones: los días de viento fuerte no son fáciles de utilizar. Si tenemos la cabeza muy pequeña o grande no es fácil encontrar una talla adecuada. Rara vez el confeccionista concreta la impermeabilidad del tejido con el dato de columna de agua, preferir de 3.000 milímetros en adelante. Con temperaturas cercanas o superiores a los +20 o C resultan demasiado calurosas.
Qué te recomendamos: preferir las que incluyen membrana de teflón expandido (tipo Gore-Tex) porque son mucha más impermeables que las de inducción de poliuretano. Salvo si la quieres para uso invernal, elige una que no posea forro interior térmico, así podrás aprovecharla en más ocasiones. Mejor que las costuras estén selladas y que la visera alcance como mínimo los 7 centímetros.