Es lógico que si salimos más con las buenas temperaturas tengamos más posibilidades de sufrir algún incidente. ¿Cuáles son los puntos “calientes” que tenemos que vigilar en esta primavera que ya nos conduce con rapidez hacia el verano?
1) Temperaturas muy variables
Cada año nos sorprende el gran rango de temperaturas que podemos encontrar en la montaña a lo largo de una jornada. Puedes amanecer bajo cero y llegar a 30ºC al mediodía, lo que obliga a llevar aún parte de la vestimenta de invierno, sobre todo si pisamos alta montaña. A finales de mayo o primeros de junio en la cima de un tres mil puede existir una sensación térmica de solo 2 o 3ºC y en cambio estar al mediodía a 20ºC a 2.000 metros. Algunos senderos de baja montaña y costa ya han registrado a finales de mayo de 2025 temperaturas máximas cercanas a los 40ºC , lo que no constituye ninguna broma y por ello debemos seguir las alertas naranjas y rojas que emita la AEMET.
2) ¡Nieve!
Buena parte de las intensas precipitaciones de esta primavera en España han sido por encima de los 2.000 metros en forma de nieve y todavía queda bastante en altura, por mucho que veamos secas algunas montañas desde el aparcamiento o que el calor nos incomode ya en las ciudades, todavía queda mucha nieve en las montañas más altas. Infórmate de su estado en las redes sociales de los refugios cercanos y si necesitas piolet y crampones no salgas sin saber utilizarlos bien. Atención a los antiderrapantes de goma con pequeñas puntas de acero, no ofrecen la seguridad de un auténtico crampón y serán totalmente ineficaces en hielo o nieve demasiado blanda.
3) Picaduras
Hasta no hace demasiado el animal más temido en España era la víbora, pero la realidad es que no se registra más de una o dos muertes al año por su picadura y no suelen superarse los 150 ingresos. En cambio las picaduras de las garrapatas suelen causar muchos más problemas a un número importante de la población. 2025 está siendo un año especialmente nefasto por la gran cantidad de vegetación aparecida tras un periodo prolongado de lluvias, produciéndose una “explosión” o incremento muy elevado de garrapatas en periodos muy cortos –por ejemplo mayo y junio en el Sistema Central- y alargando la temporada a casi todo el año en Asturias, País Vasco y Extremadura. Básicamente las precipiaciones de esta primavera han retrasado su aparición pero están potenciando su virulencia.
Pese a la alarma que ha provocado la información divulgada sobre la proliferación de garrapata en algún medio de comunicación se registran más problemas por mordeduras de perros poco controlados por sus dueños o embestidas de ganado al no mantener una distancia mínima de seguridad (superior a los 20 metros).
4) Alergias
Tampoco tenemos buenas noticias para los alérgicos al polen, la temporada va a ser especialmente problemática. Los pacientes van a sufrir más síntomas que el año pasado y la ingesta de medicamentos antihistamínicos puede aumentar, algo que siempre debe controlar nuestro médico. Con el aumento de las horas de luz solar las plantas producen más polen y no es ninguna frivolidad cambiar destinos habituales con muchas plantas y flores por zonas más “seguras”: a menudo las costas (que también tienen rutas de senderismo y cimas aisladas que merecen conocerse) y la alta montaña nos permitirán respirar mejor y que no nos lloren los ojos.
5) Reservas de refugio
Si tienes previsto visitar algún conocido refugio en verano, no demores la reserva, porque muy posiblemente te quedarás sin plaza. Pueden exigirte el pago total mediante transferencia con meses de antelación y devolverte sólo la mitad si anulas con menos de 15 días de antelación. Consulta en detalle las tarifas si vas a permanecer varios días, porque puede resultarte más caro de lo que crees, especialmente en Los Alpes, pernocta+desayuno+comida pueden alcanzar los 130 euros/día por persona. En España normalmente las pernoctas varían entre los 15 y los 35 euros.