Técnica

20 valiosos consejos para mejorar en los descensos en la montaña

Fijarte en estos detalles mejorarán tu técnica de descenso y disminuirán el riesgo de accidentes

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ABC descensos

Si bien concentramos casi toda nuestra atención en las subidas, las bajadas tienen su miga y constituyen el escenario de no pocos accidentes. ¿Nos acompañas ahora en el descenso? Un abecedario de trucos para mejorar tu técnica y disminuir el riesogo de caídas. 

EL ABC DE LOS DESCENSOS 

Atajos: en general son más empinados y resulta más fácil tropezar en ellos que si sigues el camino principal. En la mayoría de los espacios protegidos está prohibido atajar para evitar erosión y daños a la vegetación.

Bastones: aún son más importantes para tus rodillas que en los ascensos y pueden ahorrarte una fatiga de hasta el 30%. Regúlalos a 15 centímetros más de largo que en llaneo o ascenso.

Canales: las más habituales son pasillos rocosos con pedreras en su interior. No bajes por una canal si no las conoces o ves el final, a veces acaban en un cortado peligroso.

Destrepar: en terreno rocoso, donde existan resaltes o aristas existe un peligro importante por muy fáciles que sean. Incluso aunque sólo practiques el senderismo fácil, conviene que aprendas las técnicas básicas del destrepe en un curso de calidad.

Esguinces: si no tienes experiencia ni los tobillos fuertes descarta zapatillas y prefiere unas botas que te ofrezcan sujeción sin excesiva compresión. Por supuesto nada de sandalias, ni siquiera en verano.

Familia: no incluyas en la misma actividad a familiares que han tenido entre sí problemas en la vida diaria. Un descenso en montaña es el peor sitio para discutir o intentar solucionar los problemas personales.

Grupos: en terreno empinado no tengas encima y a corta distancia  varias personas seguidas, si tropiezan pueden aplastarte, tirarte ladera abajo o provocar tu deslizamiento en una ladera empinada. Si hace falta, avanzad por turnos y esperad fuera de la vertical.

Hidratación: con la prisa en los descensos y el aparente menor esfuerzo tendemos a no detenernos a beber, lo que aumentará nuestra fatiga, irritabilidad o falta de empatía con quien sí quiere hidratarse.

Insolidaridad: que alguien sea más rápido o esté más en forma que sus acompañantes no le da derecho a ir muy distanciado. ¡Y sin embargo tristemente se da aún más esta situación en las bajadas!

Lesiones: en la mayoría de los descensos hay más posibilidades de caerse, herirse o lesionarse que en las subidas. No lo olvides, redobla tu atención.

Lluvia: es posible que si el terreno de descenso habitual esté mojado te obligue a utilizar una alternativa más larga y segura, que en lo posible debería carecer de grandes pendientes, laderas de hierba, tramos arcillosos o llambrías de roca lisa

Mochila: átate el cinturón lumbar para evitar que si te caes la mochila puede voltearse y dañarte la cabeza o cuello.

Noche: es imprescindible habituarse a bajadas nocturnas sencillas antes de enfrentarse a  montañas importantes. Asegúrate antes de salir del domicilio que todo el mundo lleva una linterna frontal y si superan los 300 lúmenes, mejor.

Paradas: personas muy en forma pueden parar a descansar cada 2 horas, pero la mayoría de las veces parar cada hora u hora y media es más sensato para todos.

Renunciar: si te has equivocado de bajada y se va complicando más de lo previsto, mejor date media vuelta y busca una alternativa más razonable. Esto es especialmente importante en zonas de barrancos y alta montaña.

Saltar: evita los saltos. El peso añadido de tu mochila te puede dañar incluso con menos de 1 metro de altura.

Tiempos: si el descenso se realiza por el mismo itinerario de subida, ahorraremos la mayoría de las veces un tercio del tiempo. En pedreras de rocas finas o nieve en buenas condiciones podemos tardar incluso la mitad.

Uñas: si no quieres perder tus uñas porque el calzado no retenga bien tu pie, ajusta bien los cordones. Si ya no puedes evitar el que sea un número demasiado justo, extrae la plantilla, ganarás medio número.

Velocidad: porque sea terreno fácil o quieras llegar muy pronto a casa para no discutir, no te muevas más deprisa de lo habitual. Es un error de seguridad intentar complacer a tus acompañantes más rápidos o a quien te espera en el hogar forzando tus habilidades.

Zig-zag: sobre terreno empinado sin camino, por ejemplo una pedrera larga o una ladera herbosa, te interesa hacer zetas para reducir el riesgo de perder el equilibrio. Los descensos muy directos sobre zonas técnicas están reservados sólo a individuos expertos.