Surf

¡Que vienen olas!

Seguramente ya habréis comprobado en vuestras sesiones de surf que para llegar hasta el “pico” primero tendréis que sortear unas cuantas olas en el camino…  ¿Ya sabéis hacer e

Javier Gonzalez

1 minuto

¡Que vienen olas!

Seguramente ya habréis comprobado en vuestras sesiones de surf que para llegar hasta el “pico” primero tendréis que sortear unas cuantas olas en el camino…  ¿Ya sabéis hacer el pato?


FOTO: Brian Bielmann / Red Bull Photofiles

¿Habéis visto alguna vez un pato sortear una ola cuando está nadando? No pueden hacerlo de una forma más sencilla: cuando la espuma se aproxima hacia ellos simplemente se sumergen por debajo hasta que la ola pasa de largo y vuelven a la superficie. Pues bien, en el surf también hay que sortear olas para poder acceder hasta la zona donde estas rompen, y la forma de hacerlo se denomina “hacer el pato”, ya que se trata de hacer exactamente lo mismo que los simpáticos palmípedos pero con nuestra tabla de surf.

¿Preparados?

Hay que procurar entrenar bien el movimiento –en realidad una mera cuestión de transferencia de pesos- para poder sacar provecho de él en cualquier situación. Y recordad que la tabla no se debe soltar bajo ningún concepto, ya que suelta puede ser como un arma arrojadiza para el resto de surfistas o bañistas.

El surfer Kolohe Andino en una sesión previa del ASP World Tour Fiji Pro 2014 en Tavarua, Fiji FOTO: Ryan Miller/Red Bull Content Pool.

0- Partimos de la base de una buena posición sobre la tabla, y remamos de cara hacia el punto donde rompen las olas, siempre atentos al resto de surfistas.

1- Cuando la ola se esté acercando hay que acelerar el ritmo de remada, ya que la velocidad nos ayudará en la maniobra.

2- Para sumergirnos tenemos que ejercer presión en el eje de la tabla con una rodilla mientras la otra pierna la levantamos; a la vez que empujamos con las manos la punta de la tabla por debajo de la ola mientras mantenemos los codos rígidos.

3- Bajo el agua agrupamos el cuerpo sobre la tabla, sintiendo como la ola pasa por nuestras espalda.

4- Ayudados por la flotabilidad de la tabla y una pequeña presión de rodilla en la parte trasera de la tabla recuperaremos la estabilidad ya de nuevo sobre el agua.

¡Felices surfeadas!