Si te quedas sin agua, puedes encontrarla de forma relativamente sencilla en la naturaleza:
Las zonas rocosas son más propensas para que el agua se deposite y tarde en evaporarse: en terrenos graníticos, la roca de color negro o la hierba indican que corre agua. En los calcáreos el agua se infiltra en las zonas altas, pero en las zonas bajas es fácil encontrar torrentes y brotes de agua.
El agua de condensación del rocío es utilizable en climas y épocas húmedas. Lo puedes recoger por la mañana de la planta y piedras con un pañuelo u otro material limpio que absorba el agua.
Los árboles como chopos, alisos, sauces o plantas como juncos indican que hay aguas en superficie o poca profundidad.
Los vuelos regulares de aves al amanecer o al atardecer pueden ser indicios de agua en superficie. También la presencia de insectos.