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Los Ancares Leoneses están integrados en la comarca de El Bierzo, fueron declarados Reserva de la Biosfera en 2006 para preservar los valores naturales y culturales de un mundo perdido en los confines de la Cordillera Cantábrica occidental, una sorprendente exhibición de sostenibilidad en valles que parecen rescatados del olvido para recuperar tradiciones ancestrales, paisajes vulnerables y ambientes rurales que guardan el sabor de los viejos estilos de vida en remotas aldeas de pallozas y pueblos escondidos en inquietantes valles glaciares. La orografía de los Ancares es brava y agreste, en bicicleta hay que ir con ganas de dar pedales y estar preparados para afrontar caminos que parecen alcanzar las puertas del cielo, son montañas de pizarras y cuarcitas y las pistas son lentas y técnicas, especialmente para las bicicletas de gravel en los tramos descarnados. Y juntando cultura popular, etnografía, paisaje y desafío deportivo queda un recorrido de bikepacking ciclomontañero exclusivo, para fanáticos de los territorios aislados que tienen esencia y firmes de todo tipo, con posibilidad de cruzarse con osos, lobos, urogallos y otros iconos de la fauna cantábrica. Una intensa aventura ciclo viajera en un territorio que espera ser descubierto por los aficionados al ocio activo.
La Mirada Circular es el nombre de un proyecto de turismo activo desarrollado en la comarca leonesa de El Bierzo, es un gran itinerario circular y está dividido en varias distancias para usuarios de ciclismo de montaña (BTT), gravel, cicloturismo (bikepacking), senderismo y trail running. El Camino Natural de la Mirada Circular en particular ha elegido un tramo lineal espectacular entre Guímara, en el Valle de Fornela, y Balboa, “saltando” todos los valles perpendiculares al eje principal de la sierra de Ancares en la vertiente de León. El resultado es un perfil de ruta con dientes de altos porcentajes y bajadas de vértigo por carriles de montaña interminables, poniendo a prueba la paciencia, la técnica y el tacto de los frenos. Y como soy aficionado a los recorridos circulares, en la ida hasta el inicio del Camino Natural, en Guímara, he preparado una ruta por otros caminos y escenarios rurales con “nombre propio” siguiendo los postes de las rutas de cicloturismo por las Cuencas Mineras de Castilla y León, las flechas del Camino de Santiago Francés y algún tramo de la Mirada Circular por pueblos bercianos con carácter y autenticidad.
La distribución de las etapas es una propuesta cómoda teniendo en cuenta que son caminos lentos y exigentes, hay flexibilidad para adaptar las jornadas ciclistas según el ritmo y el estilo pero no hay muchas poblaciones que cuenten con alojamientos o tiendas de comestibles, en el caso de cambiar los finales de etapa es importante asegurar los lugares para conseguir víveres, sobre todo en la tercera etapa. En Burbia hay dos restaurantes pero entre semana pueden estar cerrados. Y el resto hasta Balboa es territorio de montaña.
Track, descripción y fotos en Wikiloc
DATOS
- Punto de partida y llegada: Balboa (León).
- Tiempo: 3 etapas.
- Distancia: 144,2 kilómetros.
- Desnivel positivo: 4.350 metros.
Etapa 1. Balboa / Vega de Espinareda
46,9 kilómetros. 1.180 metros positivos.
Balboa es un lugar agradable y encantador, tiene vida de pueblo y preocupación por mantener la cultura local y hacer del valle un referente del turismo activo y las tradiciones locales. La ruta sale del centro de la población por la carretera de Cantejeira, comienza en las praderas que están en la orilla del río y rodean la palloza comunal, el bar y el espacio más acogedor de Balboa. El tramo “oficial” del Camino Natural hasta Cantejeira no es apto para bicicletas y el recorrido sube por la carretera local, pasa por el desvío del castillo, que se debe visitar, aunque sea desde el mirador, y sale del valle con un buen calentón en las piernas. En el alto sigue por Pumarín y en Cantejeira el track se despide del Camino Natural hasta la etapa de vuelta. El siguiente tramo coincide con la Ruta 1 de las Cuencas Mineras, hay señales con los símbolos ciclistas en los cruces hasta la sierra de Pradela, después conecta con las flechas amarillas del Camino Francés hasta Villafranca del Bierzo, aunque las marcas jacobeas indican la dirección contraria hacia Santiago. El descenso baja por una antigua calzada medieval con tramos de trialera que se pueden pasar encima de la bici con un nivel técnico medio, en caso contrario se pueden hacer caminando sin problemas.
En Villafranca terminan los firmes complicados. A partir del mes de abril hay buen ambiente de peregrinos compostelanos, es un punto estratégico antes de iniciar la temida ascensión de O Cebreiro y entrar en Galicia. La ruta recorre la población en sentido contrario a la marcha de los caminantes y ciclistas de la concha peregrina, pasa por la Puerta del Perdón de la iglesia de Santiago, cerca de los albergues del Ave Fénix y Municipal, y sigue por agradables caminos rurales entre colinas de viñedos y cultivos agrícolas. En Valtuille de Arriba aparecen los últimos peregrinos, la ruta deja definitivamente el Camino de Santiago y entra en el valle del río Cúa por San Clemente y Villabuena. El siguiente tramo es una carretera local bastante tranquila de tráfico porque el asfalto termina en San Vicente, un museo al aire libre de arquitectura tradicional, hay fachadas de piedra con balconadas de madera, pasadizos, tejados de pizarra, calles empedradas, en una terraza hay un horno de adobe, es una interesante muestra de etnografía y arquitectura local. El ciclo viaje sigue por una agradable pista de tierra en el cañón del Cúa hasta la entrada de Vega de Espinareda.
Etapa 2. Vega de Espinareda / Pereda de Ancares
46,4 kilómetros. 1.570 metros positivos.
La segunda etapa del ciclo viaje por los confines de los Ancares Leoneses es una fantasía ambiental, sale del puente medieval de Vega de Espinareda, pasa por Sésamo y entra en el entorno minero de Fabero. Las escombreras de las viejas minas de antracita recuerdan el gran imperio del carbón que dominó El Bierzo durante siglo y medio, ahora algunos pozos y yacimientos tienen recorridos temáticos acondicionados para el turismo, centros de interpretación y forman parte de un paisaje reconvertido de interés histórico y etnológico. La ruta sigue los hitos de los recorridos de cicloturismo por las antiguas pistas mineras hasta Bárcena de la Abadía, donde conviene cargar bien de agua para la siguiente subida. El desvío de la “cuesta” está antes de San Pedro de Paradela, el firme es bueno y poco a poco la pista de montaña sube hasta el Alto de Fresnedelo. En pocos kilómetros de ascensión el paisaje cambia totalmente y surge el carácter solitario y serrano de los Ancares. La pista atraviesa la carretera de Fresnedelo y continúa la ascensión por los Altos de Teso Negro hasta el Alto de Carral, donde finalmente inicia el descenso hacia Chano y el alto Cúa. Una opción más cómoda, pero menos ciclomontañera, es continuar por la carretera que remonta el valle del río Cúa por Cariseda y Peranzanes hasta Chano.
El Castro de Chano es un sitio agradable para parar, hay fuente, bar y reproducciones de cabañas de la cultura castreña. En la entrada de Guímara están los primeros postes rojos del Camino Natural de la Mirada Circular, indicando el inicio de la fantástica pista que sube hacia el nacimiento del río Cúa. A unos tres kilómetros hay una zona recreativa y está el Refugio del Cuadro, en buenas condiciones para pasar la noche. Y cerca del final de la subida, después del desvío del histórico Puerto de Cienfuegos hacia el Ibias asturiano, está el Refugio de la Pesca, más grande y mejor acondicionado para vivaquear. Y poco después el Alto Boquín, a 1.600 metros de altitud, el techo del ciclo viaje en un ambiente embaucador de inquietante desolación. El primer kilómetro del descenso es muy delicado, el firme del carril es un suelo de pizarra descarnada que puede cortar las cubiertas de las ruedas, hay que tener precaución y paciencia. La bajada es larga y tiene tramos donde se pueden soltar los frenos, pero en la gravel es bastante cansada por falta de suspensión. La bajada termina en los castañares de Suertes, pasa por Candín, donde está el Ayuntamiento de Valle de Ancares, y finaliza la etapa en Pereda de Ancares, con camping, alojamientos y servicios básicos.
Etapa 3. Pereda de Ancares / Balboa
50,9 kilómetros. 1.600 metros positivos.
El siguiente diente de sierra es una subida con varias rampas duras en las laderas del valle del río Seco, una de las fuentes del río Ancares. La parte más exigente es el principio, primero en la salida del pueblo por una bonita calleja entre castaños centenarios y después por un carril de montaña muy pedregoso y cansado cubierto de cantos de cuarcitas, el porcentaje de la pendiente es alto y mantenido, tiene pocos lugares para recuperar el oxígeno de las piernas. La pista dibuja las laderas de la sierra, baja la pendiente y sale del Valle de Ancares por el panorámico collado del Pico Mirandelo, con postes del Camino Natural y vistas extraordinarias hacia el magnífico valle glaciar de Burbia, la próxima bajada, y viendo el abismo tiemblan hasta los radios de las ruedas. En las cumbres de la sierra destacan las altas cimas de los Ancares, Corno Maldito, Mostallar, Cuiña, Miravalles...
El descenso hasta Burbia con la gravel vuelve a ser otra prueba de pericia y precisión con los frenos para controlar los derrapes que hacen las ruedas finas en el firme suelto del camino. Y como no se puede retirar la vista del suelo hay que parar en alguna curva para disfrutar la estampa del pueblo en el fondo del valle, es la ventana de un cuento de fantasía. La plaza de Burbia es un lugar acogedor, tiene fuente con pilón, arquitectura tradicional, vecinos amables y bar para cargar energías, en el siguiente tramo hasta el final de la etapa no hay posibilidad de encontrar víveres. El firme de los caminos mejora bastante y a pesar de los altos porcentajes de algunos repechos permite un pedaleo cómodo y fluido, disfrutando plenamente el ambiente serrano y pastoril de los Ancares más auténticos y tradicionales. El conjunto etnográfico de Las Valiñas y Campo del Agua es un escenario rescatado del olvido, los rebaños pastan en las laderas de los montes y en las aldeas quedan pallozas de teito y cabañas de piedra y madera que están siendo recuperadas para mantener la memoria de otros tiempos.
La pista de montaña planea por la falda de la sierra dibujando las cabeceras de los barrancos, las aldeas de Porcarizas y Tejeira quedan lejos, están metidas en el fondo de los valles fuera del recorrido. El camino finalmente pasa por el Refugio Mosqueiro y comienza el descenso hacia Cantejeira, cuando aparece a la vista el castillo de Balboa parece sumergido en una dimensión inalcanzable. En la salida de Cantejeira aparecen los postes del Camino Natural indicando un desvío por una vereda prácticamente inaccesible en bicicleta por la densa vegetación y el estado del suelo. La mejor opción es seguir por la carretera hasta Balboa, sin pasar por Pumarín, indicada con el hito de la ruta cicloturista de las Cuencas Mineras.