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Los inmensos bosques de pinos de la Tierra Pinariega, entre Burgos y Soria, forman la mayor masa forestal de coníferas en la península ibérica y en bicicleta es muy seductor y estimulante pedalear durante varios días entre árboles, sierras verdes, aromas vegetales y pueblos pinariegos, repletos de arquitectura popular, palacios, casas señoriales, puentes y castillos medievales. La comarca de Pinares es un espacio ambiental de montaña, una comarca serrana donde la escasez de tierras de cultivo ha determinado la diversidad ecológica, las costumbres populares y los recursos económicos centrados en el aprovechamiento forestal desde tiempos remotos. Los vecinos de los pueblos pinariegos recibían “suertes de pinos” o lotes de madera para vender, también tenían asignados lotes de “corros” que era rodales de pinos secos, viejos, destruidos por las inclemencias ambientales o demasiados retorcidos, creando un próspero comercio durante siglos en la venta de madera de los montes y el transporte en carretas de bueyes por toda la península. En el siglo XV se creó la Real Cabaña de Carreteros con notables privilegios jurídicos, legalizando una actividad que se practicaba en la comarca mucho antes, afianzando la organización productiva de los pueblos pinariegos con el transporte de mercancías y el aprovechamiento maderero de los pinares.
La Tierra Pinariega es un paisaje forestal, las coníferas autóctonas ocupan estas sierras desde la última glaciación aunque existen indicios de repoblaciones para aumentar masa productiva de pinar a costa de los hayedos y robledales. Las vigas de estos bosques están en el Monasterio de las Huelgas y la catedral de Burgos, en el Palacio del Duque de Lerma y el Monasterio del Escorial. La madera pinariega fue una materia prima muy valorada por escultores, tallistas de retablos religiosos, ingenieros y carpinteros en general para construir andamios y estibas en la construcción de edificios, caminos y puentes. En el siglo XVIII existía un comercio permanente de lotes de madera hasta el puerto de Santander y los astilleros gallegos en El Ferrol. La memoria de los antiguos oficios relacionados con los trabajos madereros está guardada en los rincones más profundos de los bosques, ha sido determinante para conservar y mantener los frondosos paisajes forestales prácticamente inalterados, ni siquiera el trazado del antiguo ferrocarril que intentó comunicar el Mediterráneo y el Cantábrico perturba un escenario que ha cambiado muy poco en los últimos siglos.
El plan del ciclo viaje es seguir el trazado del Camino Natural Santander-Mediterráneo desde la ciudad de Soria hasta Hontoria del Pinar, en la entrada del cañón del río Lobos. La recuperación del trazado de la vieja línea del tren para usos de turismo activo por parte de la Red de Caminos Naturales, que ya se acerca a los 11.000 kilómetros acondicionados en toda España, proporciona la posibilidad de recorrer la comarca de Pinares en modo bikepacking por un firme excelente para las bicis de gravel. La vuelta por el Camino Natural de la Senda del Duero tiene algún paso de ciclabilidad complicada en los destrozos ocasionados por las lluvias primaverales en el firme de algunos caminos pero son mínimos. Y las dos trialeras de la ruta están fuera del track para evitar complicaciones a los fanáticos de las ruedas finas. El mayor atractivo del recorrido es la continuidad de los bosques, la calidad forestal de los pinares y el encanto y autenticidad de los pueblos pinariegos, un viaje en bicicleta por un espacio ambiental sin medida de tiempo.
Track, descripción y fotos en Wikiloc
DATOS
- Punto de partida y llegada: Soria.
- Tiempo: 2/3 etapas.
- Distancia: 175 kilómetros.
- Desnivel positivo: 1.750 metros.
Etapa 1. Soria/Duruelo de la Sierra
106 kilómetros. 1.240 metros positivos.
Los datos de la etapa rozan el límite de una apacible jornada cicloturista desde un punto de vista de nivel medio, sobre todo el desnivel positivo que está concentrado en el tramo final, entre Hontoria del Pinar y Duruelo de la Sierra. La etapa se puede dividir en dos días, parando la primera noche en San Leonardo de Yagüe, que cuenta con todos los servicios. En estas crónicas y propuestas de bikepacking intento proporcionar información, sugerencias y opiniones sobre rutas, recorridos y territorios óptimos para viajar en bicicleta de gravel de un modo placentero pero siempre hay que valorar estos datos de forma subjetiva, de manera que cada viajero ciclista establezca su propio estilo y ritmo de viaje, según la compañía, la época del año, los objetivos o el gusto personal. Una parte bonita de los viajes es hacer de cada experiencia una aventura propia, los hitos están marcados, indican caminos, lugares sobresalientes, puntos de interés o descubrimientos de otros ciclo viajeros, pero cada ciclista debe buscar sus propios estímulos y siempre será un viaje único.
El río Duero ha sido una línea de frontera desde el origen de las civilizaciones ibéricas y Soria una plaza estratégica en un territorio de conquista y poderío. Y siempre que comienzo un viaje en bici en Soria busco la orilla del río para marcar el punto de partida, al pie del Parque del Castillo, un espacio natural con ambiente de otras épocas marcadas por el poder de un curso de agua alrededor de una fortaleza medieval. Un sitio tranquilo y cómodo para estacionar es el aparcamiento del Paseo de San Prudencio, cerca de las ermitas románicas que distinguen el patrimonio histórico y artístico de la ciudad. En los paseos fluviales hay jardines, zonas recreativas, quioscos, esculturas inspiradoras y en la orilla de enfrente están la iglesia de San Polo y la ermita de San Saturio, dos joyas del románico soriano. Y también están los postes del Camino Natural de la Senda del Duero por donde llega el itinerario de vuelta. El cartel del inicio del tramo del Camino Natural Santander-Mediterráneo entre Soria y Hontoria del Pinar está al lado de la estación del ferrocarril, en otra parte de la ciudad. La conexión desde la orilla del Duero entre los dos Caminos Naturales no tiene señalización específica, sigue la corriente del río por el paseo fluvial, pasa el puente peatonal de San Saturio y sube por el carril bici de la Universidad de Soria hasta la rotonda de la Carretera de Madrid. El mejor camino que he encontrado en esta zona de polígonos y descampados para llegar al trazado del antiguo ferrocarril de Santander es subir por la calle Eduardo Saavedra hasta un cruce donde hay unos concesionarios de coches, girando a la izquierda en el Camino del Cañuelo, un recorrido algo enrevesado pero efectivo para llegar en bici al “punto cero” del Camino Natural Santander-Mediterráneo, instalado en la salida de la estación del tren con un panel informativo y los primeros postes rojos de los lugares de paso.
Y llega el momento de pedalear hacia el reino forestal de la Tierra Pinariega y los Picos de Urbión. Los primeros kilómetros pasan volando, es un territorio de campiña, los pueblos están lejos de la vía y simplemente hay que planear en bicicleta por el magnífico firme gravelero de la vía del antiguo ferrocarril, viendo los restos de los apeaderos, las estaciones y los hitos del Camino Natural. Ocenilla es una pedanía de Cidones, está cerca del corte del ferrocarril, al pie de la solitaria sierra de Cabrejas, y en bici no cuesta nada acercarse hasta la entrada del pueblo y ver la escultura del Guerrero de Ocenilla, una llamativa representación de un guerrero celtíbero encontrada en los dibujos de una vasija del siglo III a.C., relacionada con la cultura numantina. La vía enfila por rectas interminables al lado de la sierra de Cabrejas y entra en la Tierra Pinariega por los municipios de Abejar y Cabrejas del Pinar, en algunos hitos aparecen las flechas amarillas del Camino de Santiago Castellano Aragonés.
San Leonardo de Yagüe
Km 61. Altitud 1.060.
Las redes de Vías Verdes y de los Caminos Naturales recuperan antiguos trazados ferroviarios de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando los ingenieros marcaban la colocación de los raíles siguiendo los relieves del terreno y las cotas de nivel, evitando las pendientes pronunciadas, algo impensable en los diseños ferroviarios actuales. El ferrocarril se cuela en los pinares serranos y pasa lejos de Navaleno, incluso la antigua estación queda fuera del camino aunque parece que está en proceso de restauración. En cambio, en San Leonardo de Yagüe mantienen visible una curiosidad cinematográfica del ferrocarril, antes de llegar al pueblo aparecen los raíles que fueron escenario de una secuencia de la película Doctor Zhivago, donde Zhivago se encuentra con Strélnikov, ambientada con fotos de la película y la célebre locomotora Mikado, un lugar interesante para los amantes del cine clásico. La población es un buen ejemplo de arquitectura pinariega de la comarca, tiene casas señoriales, restos de un castillo del siglo XVI y en la plaza luce el pino izado en la “pingada de mayo”, una fiesta popular protagonizada por los mozos del lugar que eligen un gran pino del bosque y lo izan (pingan) mediante horcas de madera y sogas hasta colocar el tronco vertical en la plaza del pueblo.
La bajada hasta Hontoria del Pinar es rápida, la bici pasa de treinta kilómetros por hora sin apretar los pedales, es un tramo delicioso en el reino del pinar. El acondicionamiento actual del Camino Natural termina en la entrada del pueblo, cerca del río Lobos, parece el final de la vía pero en realidad es un corte en los trabajos de señalización hasta Cascajares del Campo, pronto estarán terminados y la vía tendrá continuidad hasta el Túnel de la Engaña, en la Cordillera Cantábrica. En Hontoria he preparado un tramo de conexión hasta Duruelo de la Sierra para volver a Soria por la Senda del Duero. El track es bastante sencillo y evidente por las pistas forestales de los montes pinariegos, sube por la carretera de Palacios de la Sierra y cruza la sierra para pasar por el Refugio del Presón y el Refugio de Castroverde, por si alguien prefiere pasar la noche en el pinar. La subida al Balcón de Pilatos tiene rampas bastante duras en el final de la etapa por la sierra de la Umbría, es el último calentón antes de una reconfortante bajada por la carretera de Duruelo de la Sierra.
Etapa 2. Duruelo de la Sierra/Soria
69 kilómetros. 510 metros positivos.
En Duruelo hay hoteles, restaurantes y tiendas de víveres, es el pueblo que da nacimiento al río Duero en la falda de los Picos de Urbión. El Camino Natural de la Senda del Duero comienza en las Fuentes del Duero, donde brota oficialmente el río, a 2.100 metros de altitud, un paraje de granitos desmenuzados y modelados por la fiereza de la alta montaña. La ruta sale del pueblo por la Senda del Duero, los postes están en una portilla ganadera y hay señales de rutas de senderismo y bicicleta de montaña en varios direcciones. El camino está marcado también con los galones rojos y blancos del sendero GR-14, salva un pequeño repecho poco visible en una ladera de hierba y baja por unas escaleras hasta la fantástica vereda que recorre la orilla del río, la mejor forma de empezar la etapa cicloviajera. La senda fluvial tiene unos siete kilómetros, los pasos complicados están al final, donde las lluvias y las riadas han descarnado el camino y hay que afinar para colar las ruedas de la gravel entre las piedras. Y también hay un pequeño tramo de escaleras que no es ciclable.
El camino pasa por el Puente de Soria (XVII) y sube por la falda del Monte Peña Rubia lejos del río, es la cuesta más larga y de mayor pendiente de la jornada ciclista. El final es imposible, el carril tiene raíces y regueras de la escorrentía pero son unos minutos, enseguida aparece la pista forestal que baja a toda velocidad hasta Molinos de Duero, otro pueblo icono de la arquitectura pinariega con su pino de mayo pingado en la plaza y lugar de referencia en la actividad carreteril. Los hitos rojos de la Senda del Duero pasan por debajo de la carretera y siguen hacia Vinuesa por el trazado de una antigua calzada romana bastante complicada en bicicleta de gravel por el pésimo estado del firme. La opción cómoda para las bicicletas con bolsas es la carretera. Vinuesa es un buen lugar para tomar un tentempié, paso de un ramal de la Cañada Real Segoviana que llega desde los Cameros riojanos por el Puerto de Santa Inés. Los pinos del valle de Revinuesa son magníficos, siempre han tenido fama por la buena calidad de la madera y el porte altivo y solemne, durante siglos han marcado el pulso económico de los recursos forestales en la comarca de Pinares.
Vinuesa
Km 130. Altitud 1.090 m.
Las lluvias de primavera han llenado completamente el embalse de la Cuerda del Pozo y es imposible seguir la Senda del Duero por la orilla del gran lago artificial, gran parte de las señales están sumergidas en el agua y el sendero anegado. La opción es seguir la carretera hasta las instalaciones de la presa y en la salida del muro entrar de nuevo en el trazado principal por unas bonitas dehesas de robles y pastos. El ambiente es de soledad absoluta y el terreno prácticamente llano y favorable por los caminos rurales de Vilviestre de los Nabos y Hinojosa de la Sierra, que llama la atención antes de llegar por los restos del Palacio de los Hurtado de Mendoza en la cima de una colina al lado del pueblo. Hay un nuevo tramo de asfalto en la carretera de Garray hasta la presa de Campillo de Buitrago, falta poco para terminar la etapa pero todavía queda la guinda en la dehesa de Valonsordo, en la junta del río Pedrajas en el Duero, un robledal precioso que cierra las maravillas forestales de la Senda del Duero.
En Garray se unen los Caminos Naturales de la Senda del Duero y el del Agua Soriano. Camino Antonino. Las señales pasan por el desvío que sube al Yacimiento de Numancia y marcan el camino hacia la ciudad de Soria por un entretenido subibaja que termina en la pasarela de la carretera de circunvalación. El track pasa por la iglesia de Santo Domingo, declarada Bien de Interés Cultural, tiene una facha románica monumental. La ruta sigue entre palacios, monasterios, casas señoriales, calles empedradas, pasa por la Plaza Mayor, donde está la curiosa Fuente de los Leones, y finalmente baja al Paseo de San Prudencio y la apacible orilla ajardinada del río Duero.