Territorios desconocidos, emociones viejas y profundas, buscar en los confines del mundo la revelación de un algo de nuestro yo. En esas líneas difusas y complejas se ha movido siempre Antonio de la Rosa, uno de los aventureros más completos del panorama mundial, tan capaz de ser la primera persona que cruza el Pacífico en una tabla de paddle surf, como de vencer en solitario la Lapland Extreme Challenge en Finlandia, una de las carreras de autosuficiencia más duras del mundo.
De los océanos a la Taiga, Antonio de la Rosa es un aventurero de la vieja escuela, humilde y divertido, muy dado a restar épica a sus expediciones, reduciéndolas a una simple expresión de voluntad y determinación, como si fuesen algo al alcance de cualquiera que se lo proponga. Pero todos sabemos que no. Que no es fácil. La mayoría, de hecho, no nos plantearíamos alguno de los desafíos que ha completado ni en esta vida, ni en la otra.
Antes de nuestro confinamiento, Antonio ya le estaba dando vueltas al que podría ser el reto más duro de su trayectoria, y eso es mucho decir. Como siempre, en autosuficiencia absoluta, De la Rosa maquina una impresionante expedición a la Antártida, en la línea de los grandes mitos del pasado. Aunque una reciente lesión quizá le obligue a aplazar sus intenciones...
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