Parapente

El viejo sueño: apúntate al parapente

Lejos quedan los tiempos en los que volar estaba sólo supeditado a los más valientes, fuertes y aventureros. Volar en parapente es sinónimo de diversión por la peculiar perspectiva que se tienen de las cosas y por progresar en un medio propiamente inhumano: el a

Jorge Jimenez

2 minutos

El viejo sueño: apúntate al parapente

Lejos quedan los tiempos en los que volar estaba sólo supeditado a los más valientes, fuertes y aventureros. Volar en parapente es sinónimo de diversión por la peculiar perspectiva que se tienen de las cosas y por progresar en un medio propiamente inhumano: el aire.


España es además la meca europea del parapente. Reúne las mejores condiciones del continente para la competición y vuelos de larga distancia, por su particular disposición orográfica y meteorológica. La evolución de los medios y de los diseños, hace que muchos alpinistas se sientan interesados por un nuevo medio para descender tras sus escaladas. El primero de estos data de 1982, despegando en las cercanías del Mont Blanc (Monte Blanco) para aterrizar pocos minutos después sobre los prados de Chamonix.

Los practicantes siguen aumentando y con ellos, desgraciadamente, también los accidentes. Pero todo evoluciona, y con el pasar de los años los accidentes son cada vez más raros y se consolidan las escuelas y las Federaciones, y respecto a los descensos volando se han realizado desde todas las montañas más altas de cada continente.

Un parapente es un aerodeslizador ultraliviano. En lo que respecta a su funcionamiento básico, se despega y aterriza sobre las piernas del piloto y se controla por medio de un par de comandos (izquierdo y derecho), llamados frenos, que actúan doblando hacia abajo el borde trasero del velamen, modificando de esta forma la configuración aerodinámica de la misma. Al control de los comandos se puede sumar el efecto producido al modificar la carga del ala en distintas zonas de la misma, esto es tumbando el cuerpo hacia los costados, hacia adelante o hacia atrás, una maniobra que se denomina vulgarmente "cargar peso con la silla". Además existe otro control que es el acelerador, que se trata de un estribo, que al accionarlo, modifica el calado y/o el ángulo de incidencia del ala, haciéndola más rápida (de 4 a 15 Km/H o más de acuerdo al modelo).

3 escuelas para iniciarte al parapente
Un vuelo biplaza es la mejor forma de sentir la sensación de volar y, quién sabe, quizá el pasaporte para tu próxima aventura: ¿aprender a volar?. Recuérdalo: no es difícil con buena asistencia y si muy divertido, peculiar, distinto. Tú también puedes volar, ¡pruébalo!