Aniol Serrasolses, nacido para remar

El joven catalán, nominado este año a los Canoe&Kayak Awards, los premios más prestigiosos de este deporte, ha aprovechado la importante crecida en el caudal de los de los ríos del Alto Pirineo para realizar descensos casi imposibles.

Nació en Girona en abril de 1991 y con tan sólo 12 años comenzó a practicar el deporte que hoy es su vida: el kayak. Aniol Serrasolses es uno de los referentes del kayak extremo tanto en la escena nacional como internacional. Comenzó en competiciones de freestyle ganando la Copa y el Campeonato de España en tres ocasiones (de 2007 a 2009). Aunque muy pronto entró a formar parte del equipo nacional de freestyle con el que participó en competiciones europeas y mundiales. Con 18 años, trabajó sin tregua hasta que consiguió ahorrar para poder pagarse un billete a Sudamérica y pasar allí seis meses, un tiempo suficiente para darse cuenta de que lo suyo era el kayak extremo.

"Este deporte te da la posibilidad de ver rincones únicos y desconocidos del mundo que son inaccesibles para la mayoría de la gente. Las sensaciones al correr estos rápidos son alucinantes y un poco difíciles de explicar a alguien que nunca lo ha experimentado, pasa todo muy deprisa. He pasado los mejores momentos de mi vida montado en mi kayak remando en sitios especiales con buenos amigos." Aniol pasó pronto de no haber corrido una cascada nunca a hacer saltos de casi 30 metros.

Con un presupuesto de 2,7 euros al día, el catalán ha recorrido países como Argentina o México. Aquí precisamente ha logrado uno de sus mayores hitos, el primer descenso de la segunda cascada más alta nunca antes saltada en kayak, "Big Banana" (42 metros). Pese a haber conseguido sus mayores hazañas deportivas fuera de nuestras fronteras, Aniol es sin duda uno de los que mejor conoce también los ríos de España, sobre todo los catalanes.

Gracias a las intensas lluvias de este año y al deshielo tardío, los ríos del Pirineo llevan el máximo caudal de la historia. "El agua y los troncos que hay en los ríos bajan con mucha intensidad, las olas tienen más fuerza y todo pasa al doble de velocidad, así que son más complicados de navegar." Ni siquiera estas condiciones extremas supusieron un freno para el catalán que con su kayak cruzó parte del Parque Natural del Alto Pirineo en Lleida, estableciendo un nuevo récord en cada uno de los ríos: Boavi, Alto Noguera, Arreu y el de Tavascan, que hasta el momento nunca habían sido descendidos con tanta agua.

Aniol vive hoy viajando de un lado a otro, buscando las mejores caídas y los ríos más difíciles del mundo. En los próximos meses, recorrerá con su kayak los ríos de British Columbia, Alaska y Perú.