Pueden suponer el último paso hacia la democratización de la fotografía, sobre todo en campos como el outdoor y la aventura. Los drones han llegado para quedarse. El siguiente vídeo es la mejor explicación.
Hasta hace no mucho tiempo la fotografía era el campo de juegos particular, al que acceder suponía un coste medido en dinero y tiempo. Con la explosión de las cámaras compactas digitales, la apertura del mercado reflex y la inserción de lentes de calidad en los teléfonos móviles, campos ampliamente analizados, la fotografía se ha democratizado de tal manera que algunos de sus requisitos básicos se han difuminado, dejando en gran medida la creatividad como factor fundamental para distinguirse entre el incesante flujo de imagenes que nos golpea cada día. Una de las claves que mantiene la diferencia entre una buena foto y otra superlativa, es el encuadre y el punto de vista.
Funcionamos con nuestra propia mirada y saber encauzarla, encontrar una nueva forma de "ver", es imprescindible para sacar adelante un trabajo coherente con nuestros disparos. Otra barrera que poco a poco también se va erradicando. Culpa de ello la tienen los drones, los quadcóperos, y hexacópteros que son en gran medida los causantes de recoger algunas de las imágenes más impactantes del cine de montaña y aventura actual. Probablemente la última gran revolución, que además cambiará para siempre la producción audiovisual.
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