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El desafío pendiente del Himalaya

Alberto Zerain y Juan Carlos Arrieta intentarán uno de los últimos grandes retos que restan en los ochomiles, hollar el Nanga Parbat por la arista Mazeno, una línea de más de diez kilómetros orlada de cumbres superiores a los 7.000 metros que desemboca en la cumbre de la Montaña De

Jorge Jimenez

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Alberto Zerain y Juan Carlos Arrieta intentarán uno de los últimos grandes retos que restan en los ochomiles, hollar el Nanga Parbat por la arista Mazeno, una línea de más de diez kilómetros orlada de cumbres superiores a los 7.000 metros que desemboca en la cumbre de la Montaña Desnuda.

“Ya me puedo imaginar las vertientes de la inmensa montaña que nos espera. Será a mis ojos otro capricho más de la Naturaleza. Las puntas de los picos Mazeno estarán salpicadas de impolutas y relucientes capas de nieve, dando la sensación de ser un paseo que acaba en la cima del Nanga Parbat. Se trata en realidad de una descomunal muralla en un mundo vertical, y sólo de saber que hoy por hoy nadie de los que lo intentaron la ha completado todavía, nos pone sobre aviso”, así resume, Alberto Zerain, sus sentimientos actuales.

Nanga Parbat: 8.125 metros de puro vértigo silencioso, aislados en el noroeste de Pakistán, una ascensión severa y comprometida incluso por su ruta “normal” que presenta más de 4.000 metros de desnivel hasta la cumbre, que el dúo escalará como parte de su aclimatación. El 19 de junio tienen previsto volar a Islamabad: “En la capital intentaremos estar lo mínimo posible debido a lo movido que está el país. Nada más cumplimentar los trámites burocráticos no tendremos otro pensamiento que llegar cuanto antes al campo base de la vertiente del Diamir”. Por el momento están inmersos en la elección del material que pretenden sea “parte vital de nuestro cuerpo que nos permita escurrirnos por los obstáculos y trampas que nos esperan. No podemos cometer equivocaciones llevando cosas de más ni tampoco olvidando otras que pueden resultar de uso obligatorio. No sabemos con qué condiciones ni con qué dificultades nos encontraremos, se trata por lo tanto de un terreno de aventura donde tendremos que dejar que fluya nuestro instinto más capacitado”.

La kilométrica arista Mazeno les forzará a superar las trabas de siete cumbres por encima de los 7.000 metros, concluyendo en el Mazeno Gap, un collado a más de 6.700 metros, desde donde tomarán la ruta Schell (Vertiente de Rupal) hasta la cumbre, un tramo técnico y vertical abierto por una expedición austriaca en el 76. Su segunda opción pasa por el espolón Noroeste, evitando así los riesgos de la vía Rakhiot, hasta volver a retomar la ruta del mítico Buhl por encima de los 7.300 metros.

Zerain y Juan Carlos Arrieta “Txingu” irán registrando sus progresos en www.albertozerain.com.