Eduardo Marín ha llevado a cabo la primera repetición en libre de Wogü, situado en el Macizo Rätikon en Suiza. Conocida como una de las escaladas de varios largos de mayor dificultad (no solo en los Alpes), fue abierta por Beat Kammerlander y liberada en 2008 por el “niño maravilla” Adam Ondra (quien solo contaba con 15 años por entonces).
La ruta cuenta con un importante paso a bloque de 7C que otorga al primer largo un grado total de 8C. Aunque las dificultades técnicas se suavizan poco a poco, la ruta está formada por 6 largos (8a, 8b , 8b , 8ª , 7c ). En resumen, una obra maestra técnica de Rätikon, nombrada como Wogü en honor de Wolfgang Güllich, uno de los escaladores más atrevidos de todos los tiempos.
Marín tuvo que hacer frente a unas condiciones meteorológicas adversas, pero consiguió encadenar todos los largos y finalmente pudo realizarlos en un día en su tercer intento. Él mismo ha relatado así su experiencia:
“Ayer logré hacerme con la primera repetición de "WOGÜ" ¡el Monstruo de los Alpes! (…) Un bonito y duro proceso en el que me he sumergido durante casi dos meses. Las condiciones en agosto no han sido las mejores: lluvia, humedad, calor, etc..
(…) Realizar todos los largos fue un proceso largo, necesité varias semanas para encontrar los métodos correctos. Cuando logré encadenar todos los largos de Wogü empezaron los ataques para realizarla en el día, otro interesante proceso donde tuve que buscar la mejor condición durante el día para escalarla, algo muy complicado porque siendo una cara sur y en agosto hacía mucho calor. Especialmente de 9:00 de la mañana a 17:00 de la tarde era imposible escalar. Tuve que invertir tres intentos para realizar todos los largos en el día.
La estrategia clave fue empezar a escalar Wogü a las 17:00 horas, cuando el sol se iba de la pared y hacer una escalada rápida y efectiva. Sólo tuve dos caídas en toda la vía.
Empezamos la escalada a las 17:00 h y a las 21:30 h estaba en el top, escalando el último largo con frontal, encadenando Wogü en cuatro horas y media”.