Así tal y como te lo cuentan en ese momento, dices: "bueno, no pasa nada, son sólo 5 kilómetros; en lugar de los 29 previstos, 34..." sí, sí, eso el día de antes, cuando estás en carrera y llevas 24 y en lugar de quedarte 5, te quedan 10, te acuerdas del cambio una y mil veces y mucho más cuando en lugar de 5 finalmente son 7 y pasan los kilómetros y no se vislumbra la meta por ningún sitio...
En fin, como pasa casi siempre: todo llega y al final hemos llegado también hoy.
Ya vamos restando, sólo nos quedan tres etapas y poco más de 110 kilómetros, pero hoy ha sido una jornada crítica. Elena se hizo daño ayer en una bajada en nieve y se le ha inflamado la zona del tobillo por delante, le sube hasta la tibia y le impide correr o trotar en las bajadas, ¡con lo que le gusta a la Tanqueta de Ventas ese terreno! Ha ido penando mucho y le costaba disfrutar de los maravillosos paisajes del día, hoy sí que ha sido una jornada 100% alpina, nieve incluida. Ahora mismo la tenemos en la habitación, pierna en alto, con hielo y descansando. Todo por llegar al final y que no quemen nuestras camisetas...
Esto está empezando a ser un poco "escabechina". No sabemos qué pasó ayer pero muchas parejas se han roto entre la etapa de ayer y la de hoy. ¿Habrá sido un virus? Esta mañana muchos de los duetos que salieron dando el "do de pecho" en Rupolhding, se han visto convertidos en solitarios monólogos con las propias piernas y con la montaña y el resto de corredores por testigos. Ahora les toca buscarse una pareja de adopción con la que unirse para llegar a la meta el próximo sábado. Elena y yo hemos acogido a nuestro amigo Paulino, un bravo asturiano que se ha quedado soltero de su compañero Charli por "decisión médica", aquí los médicos si lo ven muy extremo, te retiran el dorsal y te impiden salir en la etapa por tu propia salud. Mañana seremos tres en la ruta. Esperemos que Elena esté en perfectas condiciones para seguir. ¡Vamos a por ello!