Material

¿Va a subir mucho el precio del material de montaña tras la pandemia?

Las marcas han incrementado los precios, pero no parece que exista alternativa a corto plazo para la supervivencia de las fábricas

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A nadie nos gusta pagar más por comprar nuestro material, pero todo apunta a que vienen tiempos demasiado alcistas para nuestra maltrecha economía individual.

Antecedentes

El parón en la economía mundial que supuso en 2020 la aparición de la trágica pandemia ha lastrado la venta de todo tipo de bienes de consumo en 2021, que por supuesto a su vez ha conllevado, entre otras consecuencias mucho más graves, la desaparición de numerosas tiendas de montaña en España en los últimos meses. A primeros de septiembre de 2021 dos sectores en principio alejados del comercio de material deportivo, como productos tecnológicos y juguetes, alertaban del encarecimiento notable de precios para la campaña de esta Navidad y la posibilidad de desabastecimiento, por lo que recomendaban comprar ahora en octubre y noviembre.

¿Dónde estamos ahora?

A la mayoría de los consumidores nos cuesta entender cómo tras el incipiente final de la pandemia, con las economías domésticas muy tocadas, las marcas deciden incrementar drásticamente los precios, pero no parece que exista alternativa alguna a corto plazo para la supervivencia de las fábricas.

Leticia Chen Lain, presidenta de la Cámara para la Cooperación Hispano-China, ha confirmado recientemente que el transporte de mercancía se ha encarecido notablemente y ha pasado de los 2.000 dólares el container a 5.000 dólares. A su vez los metales más importantes como el acero y el aluminio, y la energía eléctrica  (cobrada en España como si el 100 por cien procediese del carísimo gas cuando apenas el 20% procede de ese combustible fósil) han duplicado o triplicado su precio. Y no hace falta darle muchas vueltas para entender que el material se fabrica con ciclos combinados de electricidad y gas, aleaciones de metal, plásticos procedentes del petróleo y que necesita ser transportado hasta el cliente o vendedor, a menudo desde una fábrica muy lejana.

 

Los profesionales opinan

Un importante confeccionista español de vestimenta de montaña nos aclara: “Antes pagábamos sólo la ida de la mercancía, porque el regreso del container a China se aprovechaba para transportar basura. Al no admitir ahora China esos envíos de desperdicios desde Europa, pagamos la vuelta en vacío. Y además no hay suficientes containers para atender la demanda, tienen que fabricar más, lo que repercute en nuestro caso en los plazos de entrega”. Y también asoman los efectos de la pandemia “El textil que se hacía en Bangladesh o Vietnam está parado por la Covid-19, han cerrado mucho de sus talleres y la producción ha regresado a China, que actualmente es bastante más costosa que antes”. Respecto a un encarecimiento notable advierte “En nuestro caso ya hemos fabricado lo que venderemos en navidad y no haremos incremento alguno, pero posiblemente si la subida de precios no resulte tan inmediata para las demás marcas sí se registre entre la primavera y el invierno de 2022, aunque de forma temporal”.

Ricardo Elvira, gerente de Prowind (una distribuidora de material de montaña europeo) incide en que “(…) faltan materias primas –y por tanto hay desabastecimiento- para fabricar por ejemplo tiendas de campaña y atender el exceso de demanda producido por el auge de las actividades al aire libre durante la pandemia”. En su caso, que trabaja mayoritariamente marcas británicas recuerda que el Brexit ha supuesto una importante complicación añadida.

Víctor Manuel del Álamo, fundador de la tienda on line The Alpinia Shop, nos matiza: “La mayoría  de los proveedores han subido sus tarifas este septiembre, incluso algunos que sólo las iban a modificar en enero de 2022 las han cambiado ya para octubre de 2021”. Víctor aclara que la explosión de visitantes en la naturaleza no ha beneficiado especialmente a las firmas más técnicas “… porque aparentemente todo ese público nuevo está comprando en los hipermercados del deporte que fabrican su propio producto de bajo coste”. Los puntos de venta de material de montaña de calidad como el suyo se enfrentan a un nuevo fenómeno “El auge del D2C (Direct to Consumer) que establece el canal directo fábrica-cliente hará desaparecer la mayoría de los puntos de venta actuales, pero no abarata los precios”.

Como consumidores, buscar nuevas ofertas en punto de ventas fiables, figura entre de las medidas paliativas más lógicas para proteger nuestro bolsillo.