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Mi equipo dura cada vez menos... ¿Qué está pasando?

Que un producto fuese duradero era una de las principales exigencias del equipo de montaña hasta no hace mucho, ahora es casi una quimera. ¿Qué está sucediendo realmente con los productos que compramos?

Tino Nuñez

3 minutos

Mi equipo dura cada vez menos... ¿Qué esta pasando?

Nuestro comportamiento como consumidores de productos destinados a actividades de montaña ha cambiado enormemente. Hemos pasado en muchos de valorar especialmente la durabilidad y fiabilidad de un producto a anteponer precio muy bajo,  ligereza, aspecto vanguardista o comodidad.

PRINCIPALES CAUSAS

  • Demasiado ligero. Ejemplo: zapatillas para senderismo con corte de rejilla.
  • Prima la estética sobre la funcionalidad. Ejemplo: gafas de montaña con monturas demasiado “delgadas”. 
  • Bajo coste. Ejemplo: linterna frontal con carcasa de plástico poco resistente.
  • Confección descuidada. Ejemplo: pantalón sin costuras reforzadas.
  • Componentes de baja calidad. Ejemplo: cremalleras demasiado finas o con tiradores débiles en chaquetas.
  • Mal uso. Ejemplo: bastón ultraligero utilizado por una persona con sobrepeso  en terreno abrupto .
  • Diseño fallido. Ejemplo: crampones ultraligeros de aluminio 
  • Compra incorrecta. Ejemplo: cortaviento que creemos impermeable por su aspecto, pero que sólo soportará sin calar una breve llovizna.
  • Excesivas expectativas. Ejemplo: softshell fino que pretendemos que abrigue mucho.
  • Ausencia de mantenimiento. Ejemplo: chaqueta impermeable cuyo exterior no rehidrofugamos nunca.
  • Pésimo almacenaje. Ejemplo: saco de dormir de fibra guardado en casa dentro de su funda de transporte.
  • Difícilmente reparable. Ejemplo: tienda de campaña cuyo termosellado de costuras se despega tras pocos años de uso. 

Evidentemente existen otras razones importantes, como que los productos “de antes” solían durar más por la gran especialización y experiencia del personal de fábrica (por ejemplo un zapatero de botas de montaña), la mayor calidad de las materias primas o que el producto se manufacturara por la misma casa que lo ha diseñado (y no externalizando su producción a países con mano de obra barata). En no pocos casos la escasa vigilancia del cumplimiento de los controles de calidad necesarios para conseguir la excelencia en un producto también está detrás de numerosos bienes poco duraderos. 

 


OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

La Inteligencia Artificial es absoluta e ingenuamente tajante abordando el problema: “Los bienes de consumo duran menos que antes debido a la obsolescencia programada, una práctica deliberada de los fabricantes para reducir la vida útil de un producto y fomentar la compra de uno nuevo”. En realidad existen múltiples razones no intencionadas por la que los productos duran menos hoy en día, aunque resulta cierto que existe obsolescencia programada en parte de los artículos electrónicos, electrodomésticos y otros bienes de consumo para la vida diaria, en los productos de montaña no suele existir esa intencionalidad perversa.

No puede pretenderse rebajar el peso de una bota o una tienda de campaña a la mitad o la tercera parte y que nos dure lo mismo que las versiones robustas. Cualquier persona pasará más frío con un saco de medio kilo que con uno de un kilo y medio. A igualdad de calidad, ninguna chaqueta de 300 gramos resistirá el roce con una rama o roca tanto como una de 700-800 gramos.

En algunos casos de actividades extremas, como la escalada en roca, ahorrarnos 15 o 20 gramos nos puede costar la vida. Un ejemplo claro aunque no muy conocido son los mosquetones de una treintena de gramos: si trabajan en una mala posición durante una caída pueden partirse con relativa facilidad, algo de lo que sólo se habla cuando se produce un accidente mortal. También hay cascos para alpinismo y barranquismo que ahorran 100 gramos respecto a los convencionales, pero que pese a las certificaciones y homologaciones correspondientes han mostrado una protección pobre ante caída de piedras. Ninguno de estos productos sufre obsolescencia programada, demasiado a menudo responden a las necesidades de un público a menudo más centrado en llevar menos peso que en ir seguros o que simplemente desconoce todo lo que puede ocurrir…  

 

 


OBSOLESCENCIA INDIRECTA 

Es un tipo de obsolescencia en la que reparar un producto resulta demasiado costoso o complicado, porque no existen piezas de repuesto o talleres especializados. En la fase de diseño se podría tener en cuenta la concepción de un producto para facilitar su reparación, pero por diversas causas (técnicas o comerciales) los fabricantes no acostumbran en este mundo tan competitivo a volcarse en ello. 

En 2024 el Parlamento de la Unión Europea decidió que reparar un bien de consumo más fácilmente fuese un derecho y una acción atractiva para los consumidores, para que los países miembros se comprometan a: 

  • Reparación obligatoria por parte del fabricante de un producto a un precio y en un plazo razonables tras el fin de la garantía.
  • Obligación  de los fabricantes de disponer de piezas de repuesto durante un mínimo de 10 años.
  • Facilitar el acceso a piezas de recambio, información y herramientas relacionadas con la reparación a los consumidores.
  • Las plataformas en línea ayudarán a sus clientes a encontrar servicios de reparación locales y tiendas con bienes reacondicionados.
  • Incentivos para optar por la reparación, como vales y fondos.

Esta ley entrará en vigor el 31 julio de 2026.