Elegir un color adecuado y no cualquiera simplemente porque nos agrade su estética puede redundar en uno o varios beneficios importantes. En función del tipo de producto obtenemos una mayor visibilidad en la montaña, más protección, incremento de la seguridad, mejora de la discreción, aumento de la luminosidad, acelerar la velocidad de secado o ganar frescor.
EL COLOR A EVITAR ES ACTUALMENTE EL MÁS POPULAR
Desde aproximadamente el año 2000 el color más inadecuado en general para montaña es el más extendido: hablamos del negro. La ropa de color negro puede parecer la más favorecedora estéticamente para la vestimenta y la más profesional para una mochila o para nuestro material de seguridad (por ejemplo un casco o una cuerda), pero a menudo perderemos visibilidad, absorberá en exceso la luz del sol –algo a menudo no deseable en un país mediterráneo como el nuestro- e incluso será peligroso para actividades de riesgo como la escalada.
EN EL TEXTIL
Por productos, son especialmente recomendables:
1) Chaqueta impermeable-transpirable: preferentemente naranja fluo, amarillo y verde claro. Mejora tu visibilidad en días de niebla, al anochecer o si estás extraviado –se han dado casos de rescates de helicóptero que han tardado 4 o 5 horas en localizar al accidentado más por vestir colores demasiado oscuros- y te distingue mejor de otras personas en momentos de masificación: senderos muy frecuentados, refugios llenos, aparcamientos abarrotados…
2) Tienda de campaña: exterior amarillo, naranja o blanco. El blanco es el más fresco de todos y aporta luminosidad al interior, algo muy útil en días nublados. En cambio el suelo es mejor que sea negro, secará mucho antes al sol y se notarán menos las manchas.
3) Saco de dormir: en este caso los colores oscuros acostumbran a ser los más prácticos, pues hará que el tejido y su relleno sequen antes. Sin embargo es mejor que en actividades muy comprometidas, como el alpinismo invernal o las expediciones, sea de un color fluo muy visible (naranja o amarillo) por si se lo lleva el viento en un descuido o avalancha.
4) Colchoneta aislante: para las de espuma clásica y acanaladas color negro o gris. Para las autoinflables mejor colores vivos.
PARA OTROS PRODUCTOS
Hay otros cuatro tipos de producto en el que también interesa elegir a conciencia:
- Mochilas. Verás mejor el contenido de su interior en las que tienen colores claros. Los nuevos modelos ultraligeros en tejido de Dyneema son particularmente luminosas en su interior, pero el precio es elevado.
- Gafas de sol. Los cristales marrones o color miel son los más universales , mientras que los amarillos o anaranjados perfilan mejor los relieves en días nublados. Aunque es más importante la categoría de protección (3 o 4) que el color, los colores demasiado claros pueden fatigar antes la vista en días luminosos y los demasiado oscuros definir peor los detalles en terrenos delicados (por ejemplo durante una escalada de una pared difícil).
- Casco. Mejor naranjas, verdes o azules claros. Evitar el color negro, pues además de acumular mayor calor los días soleados, hace que envejezca antes la carcasa, algo delicado en la mayoría de los modelos actuales ultraligeros que apenas superan los 0,5 milímetros de espesor.
- Cuerdas de escalada. Colores muy visibles: amarillo, verde pistacho, naranja… Si utilizas dos cuerdas a la vez, habitual en alpinismo y escaladas de alta montaña lo más importante es que se diferencien muy bien para facilitar su manejo o identificación, siendo el rojo y el amarillo los más funcionales. Evitar las cuerdas negras, pues puede distinguirse mal su final en un rápel o en condiciones de limitada luminosidad.