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Caducidades especiales: los productos más críticos

Existen tantas leyendas urbanas sobre la caducidad de ciertos productos que utilizamos en la montaña, que no siempre sabemos a qué atenernos. Te desvelamos la información más realista y práctica sobre el límite del ciclo de vida de los artículos más críticos.

Tino Nuñez

4 minutos

Caducidades especiales, los productos más críticos

Resulta cuando menos curioso que algo tan importante como la fiabilidad en el tiempo de los productos más críticos que utilizamos en montaña –en general los relacionados con nuestra seguridad y salud– aún no esté suficientemente clara entre los practicantes, quizá por desinterés o por el aluvión de información contradictoria existente en las redes.

SOBRE LA CADUCIDAD
El plazo de caducidad o vida útil de un producto debe venir reflejado en las instrucciones del fabricante, pero el criterio no siempre coincide entre artículos similares de diferentes manufacturadores. Por ejemplo, en las cuerdas destinadas a alpinismo y escalada los periodos máximos de utilización pueden variar desde los 5 a los 15 años de media, con importantes matizaciones especificadas por el fabricante. mSalvo los productos relacionados con la salud –por ejemplo medicamentos de nuestro botiquín o protectores solares– no resulta fácil fijar con exactitud el ciclo de vida máximo de un producto que nos proteja de riesgos tan importantes como una caída o un impacto, debido a numerosos factores: frecuencia y condiciones de uso, factores climáticos, combinación con otros productos de compatibilidad discutible, almacenamiento, trabajo en condiciones extremas, etcétera. Lo ideal es que el producto sea retirado antes de que su uso resulte peligroso y no cuando ya comienza a mostrarse inseguro. De forma general se aconseja una inspección visual de su aspecto antes de su utilización y una en profundidad cada 12 meses (ésta preferentemente por alguien experimentado). Es aconsejable guardar el embalaje del producto, pues en él viene reflejado el año de fabricación y ciertos productos –en especial los plásticos– envejecen incluso aunque hayan sido poco o nada utilizados.

MATERIAL DE SEGURIDAD
Los productos destinados a protegernos de riesgos importantes durante nuestra actividad en montaña son considerados EPI (Equipo de Proteción Individual) en todos los países de la Unión Europea y no deben utilizarse más allá del periodo indicado por cada fabricante.

En general plásticos y textiles van asociados a una longevidad máxima de 10 años a partir de la fecha de fabricación, siendo los productos metálicos teóricamente de  duración indefinida, salvo deformación permanente, circunstancias excepcionales (como grandes caídas o contacto con productos químicos) o recomendaciones conservadoras de fabricantes muy técnicos. Debemos recordar que la fecha de compra puede coincidir con el año de fabricación o ser varios años posterior, lo que no suele resultar peligroso, pero que debe ser tenido en cuenta por el consumidor, especialmente cuando adquiere productos en oferta.

De manera práctica, podemos realizar las siguientes matizaciones:

- Cascos, máximo 5 años (3 años en el caso de los ultraligeros). A partir de ese periodo la mayoría han perdido más del 25% de su resistencia y pueden partirse con más facilidad.

- Cuerdas, máximo 5 años si el uso es continuado y 10 si resulta muy ocasional. Es importante saber que tras una sesentena de usos en descenso, una cuerda ve reducida su resistencia ante una arista cortante a la mitad, lo que no la convierte necesariamente peligrosa en la mayoría de las escaladas, pero sí menos fiable sobre rocas afiladas.

- Arneses, máximo 10 años y de 1 a 3 años en utilización muy frecuente o competiciones (afortunadamente el aspecto del punto de encordamiento avisa con suficiente antelación del estado general del arnés).

- Mosquetones, recomendable no exceder los 10 años, aunque deportistas profesionales o de competición pueden sobredesgastarlos en apenas 1 o 2 años. Es muy habitual que algunos escaladores con muchos años de práctica utilicen aún mosquetones con gatillos que no cierran perfectamente o con acanaladuras y estriados evidentes, lo que incrementa su riesgo de rotura ¡de hecho el mosquetón es el material de escalada que más se rompe!

- Piolet, 10 años si sólo se utiliza en temporada invernal y para actividades no extremas. Choque con roca o condiciones especiales extremas, como traccionar en terrenos mixtos verticales y torsiones laterales, pueden afectar a la resistencia de sus hojas o mangos. En usos muy ocasionales y para objetivos poco mambiciosos su longevidad puede exceder ampliamente la década.

- Crampones, 10 años en uso ocasional y 5 intensivo. Atención a los ultraligeros de aluminio, pues son más propensos a partirse por fatiga sin deformación ni aviso previo. La rotura de una o dos puntas en un crampón puede conllevar accidentes graves o mortales, sobre todo teniendo en cuenta que en numerosas mocasiones se utilizan sin aseguramiento con cuerda.

PRODUCTOS RELACIONADOS CON LA SALUD
Tanto los medicamentos de nuestro botiquín como las cremas solares son productos de caducidad más delicada que nuestro material deportivo. La caducidad marcada en los medicamentos garantiza el periodo en el que los mismos son seguros y eficaces, siempre que estén adecuadamente conservados. Aunque en buena parte de las ocasiones un medicamento caducado simplemente “no funciona”, no deben utilizarse ignorando la fecha en la que expira, pues pueden encontrarse alteradas las propiedades del medicamento y afectar a nuestra salud. El límite legal máximo de caducidad de un medicamento es de 5 años y si es menor viene expresado en el envase con un icono de reloj de arena negro. El medicamento resulta seguro dentro de su envase original hasta el último día del mes especificado. Atención a los productos que una vez abiertos tienen una caducidad muy inferior, como es el caso de los colirios, no utilizables más allá de un mes o el a menudo infravalorado periodo de uso prudente de las cremas solares (máximo 6 a 9 meses tras su apertura).