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A por una nueva ruta en el Paso del Noroeste

Edvin Buregren y Nicolas Peissel aprovecharán la inminente temporada navegable del Paso del Noroeste para tratar de trazar una nueva ruta hacia el norte aprovechando el retroceso del hielo

Jorge Jimenez

2 minutos

Edvin Buregren y Nicolas Peissel aprovecharán la inminente temporada navegable del Paso del Noroeste para tratar de trazar una nueva ruta hacia el norte aprovechando el retroceso del hielo.

Hasta que en 1906 Roald Amundsen, al mando de un grupo de otros seis hombres, logró conectar el océano Atlántico y el Pacífico bordeando Norteamérica a través del océano Ártico, pocos creían que fuera posible desafiar aquellos díscolos hielos a pesar de los numerosos intentos anteriores. Amundsen lo logró a bordo de un reformado atunero que bautizaron como Gjøa, una embarcación enclenque comparada con las fuerzas irresistibles de las aguas del norte. Fue uno de los grandes hitos de la exploración en el siglo XX, aunque hoy el legendario paso sirva más para los desafíos de la curiosidad humana que para trazar rutas comerciales (impracticables sin barcos rompehielos), algo que el calentamiento global que padecemos puede llegar a cambiar, forzando a los hielos a abandonar los siglos de ocupación en las aguas árticas. Próximamente, un canadiense y un sueco, que responden a los nombres de Edvin Buregren y Nicolas Peissel, tratarán de hilvanar un nuevo itinerario, emulando a Amundsen con una embarcación liviana de 31 pies, modelo Hallberg Rassi Monsun.

Navegar el Paso del Noroeste no es apto para mentes impresionables. Los repentinos cambios en la meteorología y la presión de los hielos, capaz de convertir en astillas embarcaciones de mayor envergadura, pueden provocar que el más ínfimo error torne en dimensiones colosales. “Adoro desafiar mis propios límites y siempre me mantengo concentrado en mi meta, aunque esta permanezca a años de distancia”, comentaba el Edvin Buregren. “Cruzar el Paso del Noroeste es para mí la combinación total de belleza, ambiente salvaje y aventura, algo muy alejado del confort y la seguridad de nuestro mundo moderno”, concluye el sueco.

Aunque las penalidades están aseguradas, un puñado de nautas ha logrado navegar el paso en los últimos años, siguiendo la ruta de Amundsen, gracias a la evolución de los servicios meteorológicos y a la disminución del hielo, lo que ha creado buenos accesos antes imposibles. “Nosotros vamos a intentar una ruta única. Planeamos ir mucho más al norte, más allá de la costa oeste de Groenlandia, hasta la mayor latitud posible antes de virar al sur siguiendo la costa de la isla Ellesmere en lugar de tomar la ‘ruta tradicional’ a través de la isla de Devon, entrando en el estrecho de Lancaster para llegar a Resolute. Pasaremos la isla de Devon por el norte cruzando el estrecho de Jones para luego enlazar con la Norwegian Bay hasta el estrecho de Northumberland”. Después pondrán proa al sur hasta Resolute donde evaluarán las condiciones del hielo antes de decidir si tomar el estrecho de Peel o continuar por el de Viscount Melville.

En cualquier caso muchos han sido los meses de gestación de la expedición y son pocos los detalles dejados en manos del azar: todo dependerá de los caprichos del hielo, aunque las imágenes del satélite son benignas otorgando muchas posibilidades de que Edvin y Nicolas naveguen una ruta inédita para un velero. “Tenemos la esperanza de que nuestra actividad sirva para ponernos sobre alerta acerca del cambio climático, además de suponer el reconocimiento y exploración de aguas no navegadas anteriormente por un barco de nuestra categoría”.