El splitboard ¡qué gran invento! Cualquier perro viejo del snowboard de montaña os dirá que todo es más fácil desde que no hay que cargar con la tabla en la espalda y progresar por la montaña con raquetas de nieve… Hoy en día ya nos hemos acostumbrado a lo que creíamos que nunca haríamos: progresar con esquís ¡traición! Lo cierto es que –con sus evidentes inconvenientes– el splitboard es la mejor herramienta que tiene un snowboarder para disfrutar de la montaña salvaje y –cuando toca– la nieve polvo. Eso sí, cada giro hay que ganárselo ¡pero qué bien sienta! Estos son nuestros cinco consejos de “perros viejos”.
“Antes de aventurarte las primeras veces con tu splitboard, es conveniente que practiques el montaje y desmontaje de la tabla unas cuantas veces en casa. Ten en cuenta que hacerlo con malas condiciones meteorológicas –ventisca, frío, etc- ¡no será tan fácil”
“En travesías de varios días lleva contigo un pequeño botiquín de recambios y pequeños artículos como cordinos y cinchas que te puedan ayudar si se rompe la tabla o la fijación en el lugar menos indicado. En cuanto a la ropa, ¡nunca olvides unos guantes de recambio!”
“Si compartes travesía con esquiadores, siempre ten presente que tu línea de descenso probablemente sea distinta a la de tus compañeros. Tu necesidad de buscar la máxima pendiente (sobre todo en caso de nieve virgen) siempre va a ser mayor, y no quieres verte atascado en un llano ¿verdad?”
“A todos nos gustaría disfrutar de las condiciones de nieve de Japón o Alaska, pero lo cierto es que en la Península tenemos que estar acostumbrados a surfear todo tipo de nieves (dura, costra, helada, polvo), a veces incluso en una misma bajada. Practica en todo tipo de condiciones, y cuando tengas suerte en un día de powder ¡sonríe!”
“En un viaje largo en avión, hazte con una funda de tabla que te sirva también de maleta, te ahorraras el dinero de facturar un bulto extra, y aprenderás a ser más práctico a la hora de hacer la maleta con menos espacio.”