Esquí de montaña

Kilian Jornet, el leopardo de las nieves

Charlamos con Kilian sobre sus actividades y motivaciones freeriders.

Javier González

4 minutos

Kilian Jornet, el leopardo de las nieves

Trail Running, escalada, esquí de travesía, alpinismo, freeride… Da la sensación de que Kilian Jornet está desarrollando progresivamente más habilidades para convertirse en una especie de leopardo de las nieves capaz de adaptarse a todo tipo de terreno de alta montaña, independientemente de la época del año y las condiciones.

En biología, la adaptación es el proceso mediante el cual una población se adecua mejor a su hábitat y también el cambio en la estructura o en el funcionamiento de un organismo que lo hace más adecuado a su entorno. La primera vez que vimos un vídeo de Kilian esquiando un estrecho couloir  en unas condiciones más propias del freeride que del esquí de travesía nos sorprendimos del camino evolutivo que parecía tomar como deportista… ¿esquí extremo? ¡lo que le faltaba a Kilian!

¿Cómo planificas tus actividades de esquí? ¿Qué es lo que buscas a priori?
Bueno, actividades en la temporada de esquí para mi hay dos principales: primera la competición, que normalmente es de enero a marzo, donde el objetivo es intentar ver mi nivel, intentar ganar carreras. Y lo que hago es una buena pretemporada, con alrededor de 100.000-150.000 m antes de las carreras, después es más viajar y entreno específico; y  segundo esquí extremo o travesías en montaña, esto quizá es más de marzo a junio, pero si hay condiciones hemos hecho algo en noviembre o diciembre. Aquí la planificación es más aleatoria, pues depende más de las condiciones y lugares; sí que se pueden planificar algunas mirando años anteriores condiciones, pero siempre es más sobre la marcha.

Sabemos que te gusta ir ligero, pero en el caso del esquíí extremo a veces puede ser difícil… ¿qué pautas sigues para elegir o desechar material  antes de una actividad así?
Bueno, en el esquí extremo la ligereza muchas veces es un plus, sobre todo en encadenar bajadas o en acceder a lugares remotos… Luego depende de la bajada, de la tecnicidad del descenso o del ascenso. Algunos ejemplos: en el “Cordier en la Verte” íbamos con esquís anchos (80mm), 2 piolets y crampones, pues se esquía todo, y los dos resaltes de hielo se pueden destrepar con crampones-piolet; en “Los Austriacos”, en la Cara N de Les Courtes, salimos ligeros, yo iba con esquís de competición (mínimo 68mm) y fijaciones Pierre Gignoux de carbono, llevábamos 30 m de cuerda y un tornillo de hielo pues subimos por la “Vía de los Suizos”, pero al bajar sin rápel no se necesita mucho. Otro ejemplo opuesto es cuando hicimos “Vire de Lunne” con Vivian en el Chardonnet, allí al ser una bajada de esquí con tramos de alpinismo llevábamos mucho material, pues para juntar las dos partes esquiables había que subir unos 80m de M4 y luego roca, y para esto llevamos material de protección, 3 ó 4 friends, 4 ó 5 pitones y una cuerda de 60 y otra de 30 creo.

Sobre unos esquís, ¿qué tipo de terreno te hace gritar de emoción? Y por el contrario ¿cuál te hace ponerte más alerta?
Alerta son las condiciones, el riesgo de avalanchas, hielo… y también los tramos más delicados, de dry skiing (descender con los esquís puestos en tramos sin, con poca nieve o rocas) expuesto o las partes más pendientes, pero depende mucho de las condiciones. La emoción, cuando has salido de la zona o tramo más técnico o expuesto y llegas a las zonas más fáciles hay subidón de adrenalina.

¿Qué te queda por aprender? ¿El esquí extremo te ha abierto nuevas perspectivas en la montaña?
Sin duda, el esquí extremo abre muchas posibilidades, y es interesante ver la progresión, gente como Vivian Bruchez con el dry skiing dan oportunidad de hacer nuevas líneas que antes no se podían imaginar, o a hacerlas sin rápel, o gente como Sam Anthanmaten o Jeremy Heinz bajan a velocidad freeride bajadas ya inclinadas como el Ober Gabelhorn, lo que abre muchas otras posibilidades. El esquí abre opciones de bajar de sitios con más seguridad o con menos tiempo, o de una forma más divertida.

Después de tantos años compitiendo, ¿qué te ha aportado la competición que apliques a tus actividades de montaña?
El moverme rápido, tener el fondo físico y la fuerza para estar tranquilo, que no voy a petar aunque sea una salida muy larga o el saber subir en X tiempo X metros de desnivel; y a nivel técnico el uso del material, las vueltas Marías en terreno helado…

En montaña, ¿es el cerebro el músculo más importante?, ¿se entrena de alguna forma?
Bueno, el cerebro es importante pero el cuerpo debe seguir, mi cerebro puede querer subir un 8a pero mi cuerpo no lo va a hacer, pero si quiere hacer una salida con 20.000m de desnivel en montaña el cuerpo lo va a seguir. Es decir, el cerebro es importante dentro de los límites del cuerpo de cada uno. Dicho esto el cerebro es lo más importante para imaginar. Si todo el mundo está esquiando en la FN de la Aiguille de Midi, el cerebro te va a decir que quizás hay condiciones en la N del Triolet, o a imaginar una línea o a imaginar un encadenamiento. Allí está la magia y lo importante del cerebro en el alpinismo o en el esquí extremo.



¿Eres de rutinas fijas? ¿Alguna superstición?
No superstición, soy una persona muy racional creo, y rutinas, antes tenía, pero te das cuenta de que la mayoría son una pérdida de tiempo, y ahora voy a lo que es necesario.

Recientemente nos comentaste que pensar en el esquí de montaña como un deporte olímpico te provocaba un conflicto moral. ¿Puedes profundizar sobre los motivos de ese conflicto?
Yo era muy pro olimpismo porque en el deporte el “ser olímpico” es lo más. Luego te das cuenta de los valores ejem (tos tos) olímpicos…y que para llegar a ser olímpico quizás haya que modificar la forma del deporte para hacerlo en un “estadio”. Creo que Cristophe Moulin lo explica muy bien y con buena  ironía en un artículo de “Montagnes Magazine.

Pirineos, Chamonix, Noruega, Himalaya… cuando piensas en tu retiro… ¿qué montañas vienen a tu cabeza? ¿Por qué?
De la montaña, retiro nunca, siempre hay cosas que hacer. Soy hiperactivo y las montañas que vienen a mi cabeza son las que tengo delante en cada momento, en cada lugar hay muchas cosas que hacer.

FOTOS: Strava