Lo han logrado. Tras intensas jornadas de severa escalada, el equipo encabezado por el británico Leo Houlding lograba establecer una nueva en el Mirror Wall, un atrayante colmillo de Groenlandia hasta cuya cima llegaban el propio Houlding, Joe Möhle, Matt Pickles, Matt Pycroft y Waldo Etherington. Lo conseguían negociando la oceánica pared de la cara noroeste, desde la que se dominan los tenues paisajes de la región de Renland.
El equipo al complete ya ha logrado descender sanos y salvos, aunque las dificultades con la comunicación dificultan la llegada de detalles sobre la ascensión, cuyos trabajos se iniciaban el 25 de junio, cuando establecían su campo base al pie de ese muro pálido y de discutible accesibilidad. 12 días de esfuerzos sobre la tapia, soportando tormentas de nieve, vientos aullantes y todo lo que una pésima meteo les podía ofrecer, hasta superar los 1.200 metros de escalada, en una actividad ya convertida en un hito del alpinismo de exploración esta temporada.
“¡Lo conseguimos!”, exclamaba Houlding en su comunidado. “Todo el equipo ha llegado a la cima del Mirror Wall sin contratiempos. Es un muro enorme, más alto que las paredes de El Capitán. Tan liso que casi puedes ver tu reflejo en él. La estrategia ha sido simple, la técnica extremadamente compleja, hasta finalizar este proceso de meses en el que mirábamos este espejo de roca para encontrar un camino hasta la cima. ¡Y lo hemos encontrado!”, se congratulaba el británico. “Ya estamos de vuelta en el campo base. El equipo, con menos experiencia en este juego, se ha portado de forma sobresaliente. No sólo hemos sobrevivido, si no que hemos crecido con el desafío. Ha sido un privilegio realizar esta actividad salvaje con estos tipos tan fuertes, y divirtiéndonos como niños en un parque infantil”.
Larga vida a los sueños, la exploración, las ganas de descubrir los limites del mundo y de uno mismo. Bravo por Leo Houlding y compañía.
Foto: Matt Pycroft / Coldhouse Collective