| Película |
Hacia Rutas Salvajes |
Viven |
Grizzly Man |
127 horas |
| ¿De qué va? |
Alex Supertramp abandonaba una vida acomodada tras teminar la universidad y se lanzaba a recorrer el yanqui antes de acabar sus días envenenado por unas bayas en el Denali National Park de Alaska. |
Un avión que transportaba a todo un equipo de rugby se estrella en las montañas de los Andes. La única comida disponible para sobrevivir era la de los cuerpos inertes.
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Werner Herzog recupera la historia de Timothy Treadwell, quien paso 13 temporadas conviviendo con los osos de Alaska y luchando por su protección, antes de ser devorado por uno de ellos.
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Aaron Ralston salía a una de sus habituales correrías por los cañones de Utah cuando su brazo se quedaba atrapado por la caída de un enorme canto. Nadie sabía dónde se encontraba.
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| ¿Qué va mal? |
Sin mapa. Sin pistas. Sin oportunidades. |
¿Cómo de mal tienen que ir las
cosas como para comerte a
tus amigos? Pues mal, francamente mal.
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¿Se preguntó Treadwell
en algún momento si los
osos también querían vivir
en armonía con él?
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Llegar al punto de
convencerse a uno mismo
de que la única solución es cortarte el brazo
con una navaja suiza.
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| ¿Destino del protagonista? |
Una leyenda para muchos. Un mal ejemplo para los demás. |
Nando Parrado, papel interpretado
en la película por Ethan Hawke,
da hoy charlas
motivacionales por
75.000 dólares la sesión.
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Comida para osos.
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Ralston, interpretado para el cine por James
Franco, todavía escala
montañas con su –alerta de spoilers– protesis de brazo.
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| ¿Qué aprendemos de esto? |
A tener cuidado con lo que comemos
en el monte.
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El miedo a volar puede salvar vidas.
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Intenta a tratar de convivir
con éxito con
humanos primero.
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Cuando vayas sólo
a la montaña procura que todo el mundo
sepa a dónde vas.
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