Consejos Técnica

Llevar siempre un casco en la mochila, ¿tiene sentido?

Hay muchas personas que creen no necesitar un casco porque no van a escalar, pero sin embargo sí tiene sentido llevarlo en las siguientes situaciones

Tino Núñez

2 minutos

Llevar casco siempre: ¿merece la pena?

¿No te has planteado nunca comprarte un casco pese a que no escalas, simplemente por prudencia o porque te cruzas en las cumbres con personas que sí lo llevan?

 

NO VALE LA PENA SI…

… si sólo practicas senderismo y excursiones fáciles, por caminos de limitado desnivel y que no atraviesan zonas escarpadas o rocosas, posiblemente te puedas permitir prescindir del casco. También si no sales a la nieve ni tienes previstas actividades que requieran cuerdas, comprar un casco será un gasto innecesario, en cualquier caso, para un objetivo concreto siempre puedes alquilarlo o asegurarte de que la empresa con la que harás la actividad –como el descenso de un barranco o ascender una vía ferrata- te lo facilitará.

 

PERO A MENUDO VALE LA PENA...

Hay muchas personas que creen no necesitar un casco en montaña porque no van a escalar, pero sin embargo sí tiene sentido adquirirlo y llevarlo en la mochila en las siguientes situaciones:

  • Realizar travesías en alta montaña con senderos sobre laderas empinadas, que pueden volverse resbaladizas con la lluvia, o la niebla (pensemos en el barro deslizante que aparece los días de mal tiempo en los caminos más pisados)
  • Ascender cimas con tramos finales de crestas rocosas, en las que incluso no siendo necesaria una cuerda por su facilidad, impliquen trepadas sobre grandes bloques, algo muy habitual por ejemplo en Gredos, Pirineos o Picos de Europa.
  • Cruzar glaciares o neveros estivales.
  • Subir o bajar por una pedrera o canal de gran inclinación.
  • Transitar cuando llueve por senderos que tengan encima grandes pendientes o paredes rocosas. Incluso con buen tiempo, unas cabras que pasten arriba puedebn tirarte piedras.
  • Montañismo invernal con nieve, en el que incluso aunque no hagan siempre falta unos crampones y/o un piolet, cualquier resbalón nos pueda “lanzar” desde un camino delicado o una supuestamente inofensiva pendiente hacia un cortado.
  • En casos de extrema necesidad, puede servirte para protegerte del sol ,cuando hayas olvidado tu gorra y no puedes improvisar un apaño con una camiseta o un pañuelo.
¿Qué casco te interesa?

 

¿QUÉ CASCO TE INTERESA?

Si realizas habitualmente actividades en las que una caída o un resbalón puede comprometer seriamente tu integridad, los cascos de 55 a 85 euros acostumbran a resultar los más recomendables. Para usos más puntuales o menos exigentes con los más económicos y siempre que están certificados conforme a las exigencias europeas, es decir que incluyen bien visible el CE, tendrás suficiente.

Por lo general te interesarán los más ligeros y ventilados: entre 170 y 259 gramos, con al menos cuatro orificios en cada lateral y en lo posible que incluyan un interior de poliestireno o polipropileno para amortiguar mejor un choque de la cabeza o pedrada. Comprueba que es de tu talla, y que no baila en tu cabeza una vez ajustado (la estabilidad es un parámetro importante pero muy ignorado al probarnos el casco en el punto de venta) y que no se cae al suelo cuando miras hacia el suelo sin cerrar la cinta

No compres cascos de segunda mano y recuerda que si además del obligatorio CE tienen la homologación mundial pero voluntaria tipo UIAA-la controlada por la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo- estarás ante un modelo de mayor calidad.

Un último consejo: no coloques a niños pequeños un casco de adulto, si el casco desliza hacia atrás la cinta puede estrangularles y no se abrirá hasta que reciba una tensión superior a los 50 kilogramos.