Es habitual que los fines de semana de buen tiempo y en las vacaciones se multipliquen los casos de rescate de deportistas en apuros. Hay algunos extremos importantes que debemos conocer:
1) Sólo debemos telefonear al 112 en caso de estricta necesidad, no porque estemos cansados, desanimados o porque nuestro perro se encuentre mal (estoy hablando de casos reales). De lo contrario podemos poner innecesariamente en peligro la vida de los rescatadores o de otros ciudadanos que de verdad precisen ese helicóptero que viene a por nosotros. El teléfono de emergencias es como su propio nombre indica sólo para emergencias, aunque hay que valorar la conveniencia de su sobreuso si el incidente/accidente está relacionado con niños o personas de muy avanzada edad.
2) Si haces actividades en montaña, conviene tener un seguro de accidentes deportivo, ya sea través de una federación (que normalmente cobran de 60 a 100 euros al año) o con una compañía privada de seguros (de 80 euros en adelante). Pero recuerda que a menudo en el extranjero tienes que adelantar una gran cantidad de dinero, normalmente a través de una tarjeta de crédito, que te reembolsará posteriormente la compañía aseguradora.
3) Atención a las coberturas: muchas pólizas no cubren enfermedades, extravíos o responsabilidad civil. Algunas tampoco caída de rayos, mordeduras de animales, golpes de calor o hipotermia.
4) Recuerda que a un seguro “barato” le corresponden prestaciones “baratas” o limitadas. Aún así la cobertura por fallecimiento suele superar los 20.000 euros, lo que ahorrará añadir aún más problemas a nuestros familiares por el entierro.
5) De forma general la Guardia Civil de Montaña no cobra los rescates en España. Sólo en el País Vasco y Cataluña se han facturado los gastos por parte del Cuerpo de Bomberos a personas sospechosas de haber incurrido en imprudencias graves o engaños.
6) Es interesante que vuestro grupo lleve al menos dos móviles con las baterías “llenas”.